sábado, 14 de agosto de 2010

Las decepciones del Mundial (I): Francia

A partir de este post comenzaremos a analizar a aquellas selecciones que llegaron con todo el cartel para hacer una gran presentación. O en todo caso, con el nombre suficiente para hacerse respetar, y llegar a instancias finales del Campeonato del Mundo; pero que a la hora de estar en el césped no estuvieron a la altura. E incluso se regresaron temprano.

Hoy hablaremos de la selección francesa, que llegó a este mundial en medio de varios dilemas. El primero, que sería una Copa inédita por no tener a su gran figura de los últimos 20 años: Zinedine Zidane. Tras su retiro en el torneo del 2006, en el que salió expulsado en el decisivo encuentro contra Italia, el cuadro galo no reeditó grandes actuaciones, al menos en lo estético. Por lo menos los resultados le acompañaron para llegar al repechaje.

Aquí el segundo dilema. La forma en que llegó a la Copa del Mundo no fue bien vista. Francia había derrotado a Irlanda a domicilio por la mínima diferencia, y sólo precisaba de un empate en Dublín. Los británicos se pusieron adelante en París, y la clasificación francesa peligraba. Llegó el empate de Gallas, pero la jugada previa fue un pase de Thierry, quien se ayudó con la mano. Los irlandeses protestaron, e incluso pidieron a la FIFA que se repita el juego. Pero Blatter y compañía no aceptaron el reclamo. Francia se metía al mundial por la ventana.

Ese antecedente hizo que los franceses no fueran bien vistos por los aficionados. En el mismo ambiente del fútbol se cuestionó la manera en que Francia se hizo presente en Sudáfrica 2010. Aún así, tenía el cartel de favorito en su grupo. Quizás Sudáfrica podría hacerle frente por ser el dueño de casa. México y Uruguay eran vistos como inferiores.

El empate a cero con los uruguayos no los dejó contentos. El cuadro celeste se paró bien en defensa, atacó en algunas ocasiones, y cuando sufrió la baja de uno de sus hombres por expulsión, simplemente firmó el marcador en blanco. Francia debía ganar a México para asegurar la clasificación. Pero los aztecas les salieron respondones y los humillaron, ganándoles (2-0) por primera vez en Copas del Mundo, con goles de Blanco y Hernández.

Esa derrota no fue lo peor. Lo más grave vino después, con el escándalo que se armó por los insultos del delantero Nicolás Anelka al propio entrenador Raymond Domenech. Esto trascendió de los camarines a la prensa, y se armó la grande. La "triple F "(Federación Francesa de Fútbol) sacó a Anelka de la selección. Los jugadores salieron en su defensa, y se negaron a entrenar ¡en pleno Mundial! Las relaciones quedaron bastante deterioradas.

Con ese clima, Francia ya estaba eliminado. Pese a sus posibilidades matemáticas, el ánimo no estaba para intentar milagros. El último partido ante Sudáfrica fue otra derrota. Francia cayó dos a uno, y quedó último del grupo A, pese a que todos lo daban como ganador seguro.

El fracaso francés en esta competición no sólo ha remecido los cimientos de su fútbol, sino los de su propia sociedad. Muchos sociólogos se atreven a hablar del "fin de la Francia diversa y multicultural", que tuviera su máxima expresión en el título logrado en casa el año '98.

Más allá de los análisis y las opiniones, la "triple F" le dio vuelta a la página y destituyó a Domenech, poniendo en su lugar a Laurent Blanc, quien fuera campeón como jugador hace doce años. Va necesitar algo más que ósculos en la pelada de Barthez (su cábala en Francia '98) para darle vuelta a esta adversa realidad.

jueves, 12 de agosto de 2010

Ecos del Mundial (VI): Japón y Corea del Sur ya no son novedad

Fue sorprendente el papel realizado por las selecciones de Corea del Sur y Japón en el último Campeonato del Mundo. Las selecciones provenientes del Asia siempre han sido vistas como inferiores no sólo por europeos y sudamericanos, sino también por los mismos africanos. Quizás por esta razón la campaña realizada por estos equipos ha llamado la atención.

Otra razón puede ser los antecedentes. En anteriores mundiales, tanto Japón como Corea del Sur no habían realizado buenas performances. Salvo el cuarto lugar logrado por los peninsulares en la Copa que co-organizaron junto a los nipones, que por cierto, lograron pasar por única vez (hasta ese momento) la primera fase; no se había visto una buena actuación de cuadro asiático desde lo de Corea del Norte en 1966 o Arabia Saudita en 1994.

De primera, Japón era visto como el patito feo del grupo E. Holanda era la selección más fuerte de la serie, mientras que en el papel Dinamarca y Camerún tenían más peso y pelearían por el segundo cupo a octavos de final.

No obstante, el cuadro japonés no se amilanó y tras haber estudiado a sus rivales, decidió plantear los partidos defensivamente y contragolpeando cuando se descuidaran. Esa fórmula le funcionó perfectamente contra Camerún, al que derrotó por uno a cero, con gol de Heisuke Honda, la gran figura nipona en Sudáfrica. Ante Holanda le jugó de igual a igual, pero fueron superados por los tulipanes por el mismo marcador.

La máxima expresión de la estrategia japonesa, dirigida por Takeshi Okada (viejo conocido del ’98), se apreció en el juego con Dinamarca. Contragolpes que generaron dos tiros libres perfectamente ejecutados y Japón arriba. El descuento danés de Tomasson llegaría en vano, porque Okazaki marcaría el tercero y definitivo.

Por vez primera, Japón pasaba la fase de grupos fuera de casa. En octavos de final, se enfrentó ante un rival parejo, pero igual de duro como Paraguay. En el juego quedaron empatados a cero y los japoneses sólo se marcharon de Sudáfrica por la vía de los penales. Una actuación digna de los del Sol Naciente.

Corea del Sur es sin duda, la selección más experimentada del Asia. Sudáfrica 2010 era su séptima participación consecutiva. Si bien es cierto tenía al frente a Argentina en el grupo B, Grecia y Nigeria no parecían traer mucho peligro. Era la oportunidad para los surcoreanos para no ser mero comparsa.

El primer partido terminó con victoria: dos a cero sobre los esforzados pero limitados griegos. Luego cayeron ante Argentina por cuatro a uno, en una derrota que fue demasiado castigo para un seleccionado que jugó sin complejos ante los platenses. Finalmente, sacaron un empate a dos contra una despintada Nigeria, y lograron el pase a octavos, al igual que los japoneses, de forma inédita fuera de casa.

En octavos tuvieron un duelo interesante con los uruguayos, ante los que se mostraron como un digno rival. Uruguay se puso adelante gracias al oportunismo de Suárez; pero cuando los “charrúas” acusaron el cansancio en el segundo tiempo, aprovecharon para empatarlo. Estaba para darle vuelta, pero apareció otra vez Suárez para anotar un gol típico de final del Mundo. Sólo así se podía eliminar a Corea del Sur. No había otra forma de hacerlo.

Es cierto que hubo otros equipos como Corea del Norte, que tras hacer sufrir a Brasil en el primer partido, se fue del torneo “con la canasta llena”; o Australia, que reaccionó tarde ante Serbia y se fue eliminado por diferencia de goles. Pero las campañas de Corea del Sur y Japón deben ser destacadas. Llegaron en silencio al mundial, sin tanta pompa como los africanos, y se retiraron más arriba de las expectativas. Todo esto se debe a un trabajo que ya lleva años. Y que no nos sorprenda que lleguen más lejos en los próximos torneos mundiales.

martes, 10 de agosto de 2010

Ecos del Mundial (V): El fracaso africano

En el primer post acerca del mundial, comentábamos que el Campeonato del Mundo disputado en Sudáfrica era la oportunidad perfecta para que un seleccionado africano rompiera con el predominio sudamericano-europeo, en cuanto a obtención de títulos se refiere.

Además de jugarse el mundial en su continente, el fútbol africano ha mostrado grandes progresos. Ya cuenta con dos campeones olímpicos: Nigeria en 1996 y Camerún en 2000. Muchos de sus mejores futbolistas destacan en los equipos más importantes de las principales ligas europeas. Todo esto daba a entender que África podía. Y debía. Sin embargo, esta Copa resultó una pesadilla.

Comencemos con una de las selecciones que llegaba con más cartel: Camerún. Retornaba luego de ocho años a un mundial. Tenía a uno de los mejores futbolistas sobre el planeta, llamado Samuel Eto'o. Es la selección africana con más experiencia en los mundiales. Para echarle más condimento, su grupo era relativamente sencillo. Si bien es cierto estaba la complicada Holanda, tendría un duelo de poder a poder con Dinamarca y no debía tener problemas con Japón. Sin embargo, desde el comienzo, y hasta el final, decepcionó. El primer lance con los nipones terminó con derrota por la mínima diferencia. Tras ir ganando, cayeron ante los esforzados daneses. Ya eliminados, su último partido ante los futuros subcampeones culminó con una nueva caída, otra vez por 1-2. Cero puntos.

Costa del Marfil debía pelear la clasificación con Portugal en el debut. Pero no pudo romper el cero a cero ante una buena defensa lusitana. Ante Brasil, se dedicó a golpear antes que jugar. El 1-3 estaba justificado, aún con las dos manos de Luiz Fabiano. El 3-0 sobre la inexperta Corea del Norte limpió su actuación. Hay que reconocer que su estrella del Chelsea inglés, Didier Drogba, jugó el mundial con un solo brazo.

Otra decepción fue Sudáfrica. No porque se esperaba que fuera uno de los finalista, sino porque era dueño de casa. Con su actuación (empate con México en el debut, caída por goleada ante Uruguay y triunfo ajustado sobre una pobre Francia), se convirtió en la primera selección local que no pasó la primera fase.

No se podía esperar más de selecciones como Nigeria y Argelia. De la primera, parecen haber pasado sus épocas de gloria de los 90's. Su gran oportunidad estuvo cuando enfrentó a Grecia; pero una torpeza de Keita les dejó con diez y los helénicos voltearon el partido. En el caso de los norafricanos, su empate ante sin goles ante una mediocre Inglaterra fue lo único destacable. Ante Eslovenia y Estados Unidos perdieron en los últimos minutos.

La excepción definitivamente fue Ghana. A diferencia de los equipos anteriores, desde el arranque se mostró sólido y ordenado en sus líneas. Derrotó a Serbia en el comienzo y luego empató con Australia. Pese a perder con Alemania, fue el único africano que pasó la primera ronda. Fue mucho más que Estados Unidos y alcanzó los cuartos de final, proeza lograda sólo por Camerún en 1990 y Senegal (¿qué fue de ellos?) en 2002.

Antes de finalizar el primer tiempo se pusieron adelante sobre los uruguayos con golazo de Muntari. Pero el mejor jugador del mundial, Diego Forlán, lo empató con otro de tiro libre. Y Luis Suárez, cual héroe y mártir a la vez, evitó la victoria de Ghana con la mano. Encima su gran figura, Asamoah Gyan, la mandó al horizontal en el último minuto. Y en los penales perdió. Igual, recordaremos a este gran equipo, que va dar que hablar en las próximas citas mundialistas.

Este fue el recorrido del fútbol africano en el primer mundial desarrollado en su continente. Con la sola excepción de Ghana, el resto fue para el olvido.

martes, 3 de agosto de 2010

Ecos del Mundial (IV): El pulpo Paul


En torno al fútbol siempre hemos visto personajes pintorescos que dicen predecir los resultados de los partidos. Tenemos a los adivinos, los hechiceros, los gitanos, etc., quienes siempre afirman lo que ocurrirá en el verde antes que se ruede el balón. Y a veces, sus pronósticos son más tomados en cuenta que los comentarios de los especialistas, e incluso aciertan con los scores.

Pero nunca antes se había dado importancia a un personaje como el Pulpo Paul, quien sin estar en Sudáfrica, en un acuario ubicado en Oberhausen, Alemania, acertó en todos los partidos en los que se le consultó su respuesta.

Nacido en Inglaterra, "Paul" ya era conocido por haber pronosticado los resultados de la Eurocopa del 2008, realizada en Austria y Suiza, torneo en el que acertó los resultados de cuatro de los seis partidos. Su pronóstico consistía en que, dentro de su pecera, se colocaban dos vasijas con comida para el pulpo; cada una correspondía a uno de los equipos que se enfrentaban. La vasija a la que Paul acudiera a comer, era considerada como la victoriosa del partido, y pronóstico final del octópodo.

"Paul" fue consultado en todos los partidos que disputó la selección de Alemania en el Campeonato del Mundo. El pulpo acertó en todos los encuentros, incluso en los que el cuadro teutón salió derrotado. Además, tampoco falló en el pronóstico de la final de Sudáfrica 2010. Indicó que España vencería a Holanda en el duelo por el título mundial. Y aquí falló.

Luego de su paso "invicto" por el Mundial, hubo interés por adquirirlo y cuidarlo de parte de empresarios españoles, en parte "agradecidos" al octópodo por su pronóstico. En Alemania, algunos hinchas querían desaparecer al pulpo, pues pronosticó la victoria de España cuando se enfrentó a los germanos. Pese a esto, los propietarios del acuario anunciaron que "Paul" ya no sería utilizado para estos fines y que volverá a sus actividades normales, como es el entretenimiento a los niños.

No era un futbolista talentoso, un goleador explosivo, un árbitro con gruesos errores, un entrenador que gustara de aparecer en las cámaras, un dirigente entrometido. No.

Era simplemente "Paul", quien siendo apenas un animalito inteligente (como todos los pulpos), se convirtió en el personaje simpático de la última Copa del Mundo.

sábado, 31 de julio de 2010

Ecos del mundial (III): El poder de Grondona y las pataletas de Maradona

Sin duda alguna, la humillante eliminación de la selección argentina (dirigida por Diego Maradona) a manos de Alemania, es uno de los hechos que mayores consecuencias iba a traer luego del Campeonato del Mundo. Pese a que en ese momento no se tomaron decisiones ni se hicieron críticas de parte de los directivos del fútbol platense, de todas maneras quedaban secuelas que iban a causar conflictos y determinaciones finales.

Tras casi un mes del humillante 0-4 que recibió Argentina en cuartos de final, Maradona fue cesado como entrenador. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) comunicó esta decisión sin hacer más comentarios. Por su parte, "Pelusa" reaccionó calificando a Julio Grondona, el mandamás de la AFA, como "mentiroso", y a Carlos Salvador Bilardo, integrante de su comando técnico y campeón mundial como DT en México '86, como "traidor".

Puede que la forma en que salió Maradona haya sido incorrecta. Él quiso quedarse con todo su comando técnico, y no le aceptaron esa condición. Maradona protestó por eso. Sin embargo, no debió salir de esa forma. Lo mejor es para él hubiera sido renunciar al cargo el 3 de julio del 2010, día de la catástrofe ante los germanos.

En ese partido Diego demostró que le falta para ser entrenador de fútbol. Ojo, en cualquier equipo que quiera dirigir, desde la selección argentina hasta el Sacachispas de la quinta división de su país. Para ser un buen DT, se necesita ser estratega. Y saber de estrategia. Maradona creyó que jugando como ante Nigeria, Corea del Sur, Grecia e incluso México, le iba a poder ganar a Alemania. Evidentemente el cuadro europeo era muy superior a todos los rivales que enfrentó previamente la albiceleste. Y lo demostró aplastando a los platenses.

Maradona también fue muy criticado por cómo alineó sus equipos en los partidos del mundial, y algunas convocatorias que realizó (e incluso por las que no realizó). Muchos observábamos que, si bien es cierto Argentina mostraba cierta contundencia en el arco rival, su defensa fue un punto muy flojo; esto no se notó por la inferioridad de sus rivales. Pero ante equipos como Alemania, se evidenciaron en gran manera.

En resumen, Maradona cuenta con todos los pergaminos como el gran futbolista que fue (el mejor de la historia), pero no tenía autoridad moral para exigir cosas luego de la debacle argentina. Y la forma en que condujo el equipo. Sin embargo, él lo tomó sin humildad y creía (y cree) que por haber sido lo que fue como jugador, nadie lo puede criticar. Y demostró que primero tiene que estudiar mucho para eso. Por último, si descubre que no tiene capacidad para ello, lo mejor es tomar distancia. Lo demás que reclama son puras pataletas.

Por otro lado, Grondona demostró que sigue siendo el todopoderoso del fútbol argentino. Muchos entrenadores han pasado, pero él sigue incólume en el trono. Eso a pesar que Argentina no gana títulos desde 1993, cuando fue campeón de América, e incluso no es campeón mundial desde 1986. Sin embargo, continúa en el poder, amparado por dirigentes de clubes que seguro algo les debe saber, y por la misma FIFA a la que le conviene que varios dirigentes sean eternos (¿no es así Burga?).

¿Alguien será capaz de destronarlo?

jueves, 29 de julio de 2010

Ecos del mundial (II): Las vuvuzelas

Ayer espectábamos un partido por las semifinales de la Copa Libertadores, en el que se enfrentaban dos cuadros brasileros: Internacional de Porto Alegre y San Pablo FC. Más allá del resultado, me pareció una vuelta a la normalidad seguir el partido y escuchar los cánticos de las hinchadas de ambos equipos, después de 17 días de concluido el mundial.

Es que el sonido de las denominadas "vuvzelas", cornetas que son comúnmente usadas en Sudáfrica durante los partidos de fútbol, fue una de las características de la última Copa del Mundo. Estas sonaban desde antes que se inicie los partidos mundialistas, y no paraban de ser sopladas por los aficionados en el estadio incluso después de la finalización del cotejo.

En Sudáfrica no fue común el ambiente que en América Latina o Europa vemos cuando se juega al fútbol en un estadio: los cantos de las barras, las voces de emoción cuando un delantero falla un gol o en momentos en que un portero hace una atajada espectacular, el estruendo del grito de ¡gol! cuando uno de los equipos convierte, la silbatina al equipo visitante cuando éste tiene la pelota, las rechiflas cuando el equipo local no rinde como se espera, etc. Todo eso quedaba reducido a su mínima expresión con el ensordecedor sonido de las vuvuzelas, que opacaban cualquier otro eco. Y no paraban de sonar durante todo el partido.

Muchos futbolistas se quejaban de este sonido imparable, y aducían que no les permitía concentrarse. Dicen las malas lenguas que el defensor argentino Martín Demichelis falló en el único gol que marcó Corea del Sur contra Argentina (ésta le hizo cuatro en aquel partido de primera fase) porque no escuchó a sus compañeros que le avisaban que un delantero coreano venía por detrás de él. Varios técnicos decían que no podían dar indicaciones debido a las ensordecedoras cornetas.

Pese a esta característica incómoda, luego tanto técnicos, futbolistas como aficionados se fueron acostumbrando a las vuvuzelas. Y quedó como el sonido característico del Campeonato del Mundo, como nunca antes ocurrió.

La única vez que las vuvuzelas dejaron de sonar fue cuando el uruguayo Diego Forlán anotó de penal el segundo tanto de su selección ante el combinado local, cuando faltaban diez minutos para que finalice el encuentro. Fue entonces que miles de aficionados, cada uno con su respectiva vuvuzela, comenzaron a abandonar las graderías del estadio como signo de desaprobación a la mala actuación de los "Bafana Bafana". Entonces sólo se escuchó el sonido tradicional que existe en un estadio de fútbol. Y acaso por única vez en toda la Copa.

En la final entre España y Holanda, hubo momentos en que las vuvuzelas comenzaron a sonar más fuerte que nunca, como si se estuvieran despidiendo. Y así fue.

Se acabó el mundial, y se acabaron las vuvuzelas. Muchos nos acostumbramos a su sonido. Fueron como ese amigo al que uno al principio le cae antipático, pero que después le va tomando cariño; y cuando tiene que partir, a uno le causa pena. Cuando pasen los años y se recuerde Sudáfrica 2010, rememoraremos las vuvuzelas. Se les va extrañar.

miércoles, 28 de julio de 2010

Ecos del Mundial (I)

¿El fútbol sin arcos?

Un asunto que ha pasado desapercibido en el mundial de Sudáfrica 2010 es el de la cantidad de goles. Fueron anotados varios de buena factura, como el del holandés Van Bronckhorst en la semifinal ante Uruguay; o el del argentino Tévez en octavos ante México. Incluso Fo´rlán tiene como tres tantos en esa escala. Pero los goles fueron pocos.

En total, se anotaron 145 goles, que a primera vista parece bastante. Pero repartidos entre los 64 partidos disputados, se obtuvo un promedio de 2,26 por juego, el más bajo de la historia desde Italia ‘90.

Recién en el final de la segunda fecha, el promedio de goles supero los dos por partido, justo cuando Portugal aplastó a Corea del Norte (7-0). Las dos primeras jornadas, vale decir la primera mitad de los partidos, marcaban que apenas se superaba un gol por encuentro.

La explicación más simple es que, en el debut, los equipos prefieren “estudiarse” cuales boxeadores que salen al ring en los primeros asaltos. Prefieren ser más cautelosos para no darle ventajas al rival. En un contexto en el que parece privilegiarse el cero en la valla propia, esto es normal. Esa fue la tendencia de varias selecciones, como Uruguay en su estreno ante una Francia menos poderosa de lo que se pensó; Japón que le hizo un gol a Camerún y luego supo aguantarlo; Paraguay que gustaba jugar de contragolpe, etc.

A algunos equipos les dio resultado. Pero eso conspiraba con la cantidad de goles en el torneo, que se iba tornando dramáticamente baja hasta la goleada de Portugal a los norcoreanos. No obstante, estas estrategias de inicio de torneo influyeron en el bajo promedio del torneo.

Sin embargo, muchos no pudieron gozar mucho de esa estrategia ultradefensiva. Quizás la selección de Japón si pudo superarlo, pues con dos tiros libres de Heisuke Honda definió la clasificación de su país a octavos ante Dinamarca. Por el contrario, Suiza fue víctima de su propio remedio: ante España (futura campeona) le funcionó bien, pues anotó un gol y luego aguantó con precisión a la “furia” hasta el final. Ante Chile falló, pues sufrió una expulsión y un gol en contra, y mostró serias limitaciones en su ataque cuando quiso empatarlo, las mismas que se evidenciaron cuando tenía que buscar la victoria ante Honduras para no quedar eliminado en primera fase, que fue lo que sucedió al final con los limitados helvéticos.

Luego, los goles comenzaron a llegar, pero ya muy tarde, cuando se habían disputado el 75 por ciento de los cotejos. La gran excepción fue Alemania, que marcó 16 goles en sus siete partidos, un ejemplo de contundencia y también de buen fútbol. Lo curioso es que España, la selección ganadora de la Copa del Mundo, fue el equipo campeón que anotó menos goles en la historia: apenas ocho.

Otro detalle es que la tendencia del promedio de gol va descendiendo. Desde que se aumentara la puntuación al ganador de dos a tres puntos en Estados Unidos ‘94, los goles parecían aumentar. En efecto, en este mundial se anotaron 143 en 52 partidos, con 2,75 por encuentro, bastante alto en comparación a Italia ‘90, con 2,21, e incluso al de México ‘86, con 2,55.

Francia ‘98 registró 170 en 64, una media de 2,65; Corea-Japón 2002, 161 goles, con promedio de 2,51. Alemania 2006 mostró la segunda más baja: 2,29, producto de 147 goles en 64 encuentros. Y Sudáfrica 2010 muestra el declive mencionado anteriormente.

Los goles son parte del espectáculo, y la FIFA lo sabe muy bien. Por eso introdujo cambios entre 1990 y 1994 para que aumenten. En un comienzo fueron dando resultado. Pero parece que ahora tendrá que pensar en otras modificaciones si no quiere que la Copa del Mundo termine siendo un festival de partidos sin arcos.

martes, 20 de julio de 2010

Este blog aún no muere


Quienes pensaron que acabado el mundial de fútbol, se acababa el blog, pues se equivocaron. Este decimonoveno Campeonato del Mundo ha dejado algunos cabos sueltos que vale la pena analizar. Los hechos sucedidos en las canchas sudafricanas e incluso fuera de ellas, han marcado algunos hitos que pueden determinar algunos cambios en el mundo del balompié.

Por eso, desde esta tribuna se entregará una saga denominada “Ecos del mundial”. No se refiere necesariamente al sonido ensordecedor de las vuvuzelas, los gritos de los hinchas o los silbatazos de los árbitros. Estos “ecos” son las resonancias que Sudáfrica 2010 nos deja, y que seguro perdurarán en el tiempo.

Le invitamos a que nos siga leyendo. Pero también a que pueda comentar y opinar sobre nuestros humildes aportes. No sólo en el blog, sino en nuestra página en Facebook que puede ubicar a la derecha de los posts. Autor y lectores podemos hacer que este esfuerzo continúe. Aún hay muchas cosas que decir.

lunes, 12 de julio de 2010

La eterna candidata por fin gritó campeón


Durante las últimas cuatro o cinco ediciones del Campeonato del Mundo, la selección española siempre partía como una de las favoritas para conseguir el título. Sin embargo, a la hora de la verdad, la “Furia Roja” decepcionaba, y quedaba como la constante promesa del fútbol.

Así parecía ocurrir en este decimonoveno Mundial, cuando España cayó por primera vez en su historia ante Suiza, por la mínima diferencia. Parecía el mismo cassette de toda la vida. Sin embargo, luego de ese debut con derrota, la selección ibérica comenzó a edificar su camino hacia su máximo logro futbolístico.

España llegó como favorita, no ya por arrasar en la eliminatoria europea (como lo viene haciendo en los últimos años), sino porque ganó con autoridad la última Eurocopa del 2008, realizada en Austria y Suiza. Y además contaba en su seleccionado con acaso la mejor generación de futbolistas de su historia, con mucho talento y un gran juego.

Ese mismo gran juego obviamente no apareció ante Suiza. La derrota ante los helvéticos obligaba a reponerse ante Honduras. Sin brillantez y aún sin eficacia ante el arco rival, derrotaron a Honduras con dos goles, perdonando un penal. Después, España aseguró la clasificación al imponerse a Chile por dos a uno. En ambos juegos, se hizo presente “la furia” más que el talento.

A medida que iba pasando la Copa, la selección de España mejoraba su juego. En las victorias ante Portugal y Paraguay, se hizo presente el oportunismo de David Villa, su goleador en el torneo. España llegaba a estar entre los cuatro mejores después de 60 años. Pero para este equipo no era suficiente.

En la semifinal fue que apareció su mejor fútbol, ese que todos esperaban desde el primer partido. Alemania sólo vio correr la pelota. El toque de balón de Iniesta, Xabi, Busquets, Pedro y compañía estuvo de vuelta. Y el gol fue hecho con “furia”: el gran salto de Carles Puyol para lograr el triunfo por uno a cero, resultado corto que fue producto de la buena estructura defensiva de los alemanes.

La gran final tuvo a la selección española como dominador, aunque Holanda casi lo gana con Robben en el primer tiempo. Este desperdició una gran ocasión ante Casillas, quien le ganó en el mano a mano. Luego, España se fue asentando ante un cuadro naranja que esta vez se dedicó más a pegar. Aún así, se fueron al tiempo extra, donde los tulipanes se quedaron con uno menos. Y faltando cuatro minutos para el final, el “cerebro” Iniesta hizo estallar de júbilo a un país entero, que podrá preciarse de ser el único europeo que ganó un mundial fuera del viejo continente.

España es un justo campeón. Demostró ser más que sus rivales. Comenzó mal, pero se fue recuperando, y como bien dijo su técnico Vicente del Bosque, no es que el juego bonito haya desparecido el mito de “la furia”, sino que ambos se complementaron bien. Desde Casillas hasta David Villa, el equipo se acomodó y terminó funcionando bien.

Los aplausos no sólo deben ser para España. Tenemos también a Alemania, que con el equipo más joven que haya tenido en 72 años, llegó al tercer lugar con buen fútbol, al que le sumó su clásica contundencia ofensiva. Además, palmas también para Uruguay, al que muchos miraban por encima del hombro, pero con humildad y trabajo, llegó más lejos que otras potencias que entraron soberbias y terminaron humilladas, como Argentina, Brasil, Inglaterra, Italia y Francia. Una mención para su máxima figura, Diego Forlán, elegido mejor futbolista del torneo.

Pese a quedarse por tercera vez a las puertas del título, Holanda también merece una distinción especial. En todos los partidos mostró una gran paciencia para superar a sus rivales, aunque en el último no estuvo al nivel esperado. También la merecen otras selecciones que hicieron historia, como Chile y Paraguay, por América Latina; Ghana, de lejos el mejor conjunto africano; Japón y Corea del Sur, que van mostrando sus progresos y podrán tener más protagonismo en el futuro del que han mostrado en este mundial.

Este mundial parecía ser una Copa América, pero terminó siendo una Eurocopa. Y por coincidencia, lo ganó la actual monarca del viejo Continente: la selección española, que confirma que ya no es la promesa eterna. Ahora es la principal potencia del fútbol mundial.

miércoles, 7 de julio de 2010

Uruguay el campeón mundial de la dignidad

Aunque no haya podido pasar la barrera de las semifinales ante la eficiente Holanda, selección que tiene una tercera oportunidad para ser campeona del mundo por vez primera, Uruguay ha demostrado de lejos ser el equipo más digno, con más amor a su camiseta, dejando todo en la cancha, tanto en la victoria como en la derrota.

En medio de problemas dirigenciales en los últimos años, y consiguiendo una clasificación angustiosa al Campeonato del Mundo, Uruguay realizó una de sus mejores campañas de las últimas cuatro décadas. La última fue en México 1970, cuando quedaron en cuarto lugar; esta de Sudáfrica 2010 puede superarla si el sábado vencen al perdedor de la otra semifinal entre España y Alemania.

Esta participación uruguaya es una verdadera sorpresa, lo que convierte a la selección celeste, otrora multicampeona en la primera mitad del siglo XX, en la revelación de este torneo. Y se ha colocado otra vez en la vitrina del fútbol mundial.

Sin embargo, antes del inicio de la Copa, ni el más fanático hincha “charrúa” pensaba en que su seleccionado llegaría tan lejos. Como relató el “maestro” Óscar Tabárez en una conferencia de prensa anterior al partido con Holanda, muchos le dieron el pésame por haber quedado ubicados en el “grupo de la muerte”, junto a Francia, llamada a ser candidata al título (que fracasó estrepitosamente), México (un rival que en los últimos años ha progresado y le ha dado muchos problemas), y Sudáfrica, el anfitrión.

Uruguay llegó al torneo con humildad, sin muchas poses y pese a no tener cartel de candidato, desde el inicio demostró que estaba hecho para llegar lejos. Sacó un buen empate ante Francia en el debut, para luego golear al cuadro local, en gran actuación de su goleador Diego Forlán (una de las figuras del campeonato) y derrotar a un difícil México. Tras cuatro campañas mundialistas para el olvido (‘74, ‘86, ‘90 y 2002), la Celeste ganaba con autoridad su serie, algo que no lograba hace 56 años.

Superó a Corea del Sur en octavos de final, con gran desempaño de Luis Suárez, y después superó a Ghana por penales en el milagroso empate donde el mismo Suárez evitó la derrota, con una mano en su arco, inmolándose con su expulsión.

Ante Holanda, Uruguay jugó de igual a igual pese a la evidente superioridad técnica de su rival, con grandes estrellas como Arjen Robben y Wesley Sneijder. Sin embargo, la escuadra “naranja” aprovechó distracciones defensivas de los sudamericanos para definir el juego. Parecía terminado, pero el golazo de Maxi Pereira le dio emoción, y el lance culminó con la imagen de una selección celeste que se resistía a morir, y que buscó el empate hasta el final.

La selección uruguaya, pese a sus limitaciones, mostró un equipo para rescatar, con la seguridad de Muslera bajo los tres palos, la eficiencia de Lugano y Pérez al momento de marcar, la fuerza de Álvaro Pereira en la volante, y el talento y olfato goleador de Forlán y Suárez. Y no podemos dejar de nombrar al arquitecto de esta campaña, Óscar Washington Tabárez, quien diseñó con lo que tenía un gran equipo, sin grandes figuras, pero con mucho temple y amor a la camiseta.

Ahora Uruguay debe buscar el tercer lugar. Pero aunque pierda y quede cuarto, sus compatriotas pueden estar satisfechos por la reaparición de la “garra charrúa” en Copas del Mundo. Y quienes admiramos el rico historial del fútbol uruguayo, ese de los títulos olímpicos y mundiales de los primeros 50 años del siglo pasado, ese mismo de Peñarol y Nacional que sonaban fuerte en el continente y en el mundo, también lo estamos. Que esta gran actuación de la Celeste no quede allí, sino que sirva para que el fútbol de Uruguay se reorganice y recupere ese sitial que nunca debió dejar.

Foto: AFP

domingo, 4 de julio de 2010

El que tiene que irse es Julio Grondona

Seguramente toda la prensa deportiva, desde la argentina hasta la internacional, va apuntar como culpable de la humillante eliminación de la albiceleste a su hasta ahora técnico, Diego Armando Maradona.

Y esto es lógico hasta cierto punto, porque el responsable del juego de conjunto de la selección argentina era Diego. Porque él tomó las decisiones sobre quién debía jugar, y dio las indicaciones sobre cómo debían hacer su fútbol en el terreno de juego.

Quedó demostrado que Maradona era un excelente motivador. Con eso, le bastó para que Argentina ganara su grupo con puntaje perfecto, ante rivales como Nigeria, Corea del Sur (al que goleó, pero fue demasiado castigo) y Grecia en la primera fase. Incluso ante un rival más complicado como México, también pudo imponerse; aunque favorecido por un mal fallo arbitral.

Ante Alemania, Maradona siguió con el mismo libreto: Confiar en la habilidad de Messi y los goles de Higuaín. Pero no observó un detalle, que fue común en sus partidos anteriores, aunque no le trajo problemas por la menor jerarquía de sus rivales: la defensa. Esa misma que mostró falencias en los cuatro partidos que ganó, y que no se notaron porque no fueron muy exigidas.

Allí fue que Maradona volvió a demostrar, una vez más, que no es estratega. Todo lo contrario a su colega alemán, Joachim Löw, quien estudió detenidamente a su rival rioplatense. Diego pensó que se enfrentaba a un rival tan inferior como los anteriores, e incluso lo minimizó.

Por su parte, Löw decidió que su equipo debía cortar el juego de Messi y sus compañeros de ataque, y jugó con volantes laterales. De esa forma, Argentina no tuvo respiro. Sin mediocampo y sin laterales, quedó a merced de una Alemania que no perdonó los errores defensivos de su oponente. Literalmente, la selección sudamericana fue aplastada.

Todo esto ha sido analizado por la prensa en general. Los mismos comentaristas argentinos lo han señalado. Algunos sostienen que Maradona debe renunciar porque no dio la talla como DT; y es cierto. Otro dicen que, pese a esta dolorosa eliminación, tiene que seguir, quizás fijándose más en el Diego jugador que en el entrenador.

Sin embargo, y con algunas pocas excepciones, nadie apunta al principal responsable de la eliminación gaucha de la Copa del Mundo. Se trata del señor Julio Grondona, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), quien está en el cargo desde 1979. Y parece dispuesto a no dejarlo. Algunos periodistas, sabe Dios por qué motivos, nunca lo discuten ni lo cuestionan.

Argentina no figura entre los cuatro mejores del mundo desde hace veinte años. Y desde hace 17 años no gana la Copa América. Sólo se salvan sus clubes, que han ganado casi todo en este tiempo; pero esto no depende necesariamente de Grondona. Lo que sí depende de él, es que la selección tenga buenos resultados, además del nombramiento de los técnicos . La designación de Maradona fue un error y un engaño a la vez; porque no ha dado la talla como técnico, y la gente sigue pensando en el Maradona jugador. Esta eliminación es la cereza de una torta que se desmorona.

El fútbol argentino, que muchos queremos y admiramos, se está volviendo del montón a nivel mundial. Es incapaz de superar a cuadros europeos de nivel como hace algunos años. Parece remontarse a la época de los ‘40 hasta los ‘70, en que se preciaba de aplastar a sus rivales sudamericanos; más solo llegaba a eso. Parece volver a esta época. Por eso, antes de pensar sobre el alejamiento de Maradona de la dirección técnica de la selección, es mejor considerar que Grondona se vaya de la AFA.

Foto: EFE

sábado, 3 de julio de 2010

Luis Suárez: héroe y mártir a la vez

Si Assamoah Gyan, el mejor futbolista ghanés y a la vez uno de los más destacados de este Campeonato del Mundo, hubiera anotado el penal al último minuto del tiempo extra del partido contra Uruguay, seguro que el delantero uruguayo Luis Suárez hubiera sido enviado (injustamente) al paredón, debido a que evitó un gol del cuadro africano con la mano cuando el partido se acababa.

Porque con ese gol, se acababa el encuentro y Ghana lograba alcanzar las semifinales, hecho que no ha sido registrado por selección africana alguna. Y porque Uruguay, pese a todo su esfuerzo y garra mostrada en todo el partido, se iba del torneo.
No obstante, pese a haber incurrido en una falta indicada en el reglamento, lo cual acarreaba el cobro de la pena máxima y su expulsión del terreno de juego,Luis Suárez hizo bien. El delantero del Ajax holandés, al ver que su arco iba a caer batido, puso su extremidad superior para que esto no ocurra. Tras ver la tarjeta roja, Suárez salió llorando de la cancha, acaso porque pensaba se venía lo peor.
Pero como en esas películas de ficción, ocurrió lo inesperado. Gyan remató fuerte, pero su remate pegó en el horizontal, el cual fue bendecido por el golero charrúa Muslera, como una forma de agradecimiento al cielo por ese desenlace.
De supuesto villano, Suárez pasó a ser héroe. Y a la vez mártir. Porque, como cualquiera de aquellos que dieron su vida por la Patria para que esta no muera, Luchito Suárez prefirió morir e inmolarse por su camiseta, antes que ver batido su arco y en consecuencia, a su país eliminado del mundial.
Esa inmolación de Suárez evitó el gol, y le dio al menos un respiro hasta el final a la selección de Uruguay. Esa misma que después, con un gran envión anímico, supo responder en la definición por penales, cuya última ejecución fue protagonizada por Sebastián Abreu. Sí, este mismo “loco” que en su momento fue criticado, fue quien con una definición suave y sutil, le dio la victoria a su país, que ahora se ubica entre los cuatro mejores del mundo luego de 40 años.
Lástima por Ghana, que demostró ser un digno rival, y de lejos el mejor del continente africano. Se puso en ventaja al finalizar el primer tiempo, y pese a que luego le empataron, jugo en gran nivel todo el partido, y tuvo el infortunio de su lado en los penales. Pediría a sus hinchas no recriminen a Gyan, su mejor jugador, porque como le pasó a Roberto Baggio en la final contra Brasil en 1994, llevó a su equipo lejos, y también falló un penal decisivo. Así sucede con los grandes. Y Gyan es uno de ellos.
No sabemos cuál será el destino de Uruguay en la Copa del Mundo. Quizás no salga campeón. Quizás Holanda sea más y el martes acabe con sus sueños de reverdecer sus laureles. Pero de lo que sí pueden estar seguros, es que no sólo tienen un buen esquema de juego y grandes jugadores que anotan golazos como el del empate de Forlán, sino defensas como Fucile que pueden morir en la cancha, o delanteros como Suárez que pueden inmolarse con tal que la Patria no muera. Y que darán todo para llegar más lejos de lo que han llegado.

viernes, 2 de julio de 2010

Adeus Brasil: las consecuencias del estilo Dunga

Para sorpresa de muchos, Brasil ha quedado fuera del Campeonato del Mundo. Holanda lo derrotó dos a uno en un partido en el que el cuadro “verdeamarelho” lo tuvo todo para ganar, tras dominar en el primer tiempo y mostrar su mejor cara en lo que va del torneo.

Sin embargo, Brasil se dejó estar en el segundo tiempo. Y justamente lo que falló fue su bloque defensivo, ese mismo del cual su técnico, Carlos Bledorn, más conocido en el ambiente futbolístico como Dunga, siempre hizo más énfasis en su esquema de juego.


Para Dunga, lo más importante era asegurar la retaguardia. Y con eso, se podrían definir y ganar partidos. También aseguraba que no le importaban los nombres, sino los hombres, aquellos que se entreguen por la camiseta. Y un esquema en el cual todos marquen, todos metan.


Otra cuestión que era fundamental para Dunga es que los futbolistas que integren la selección brasilera sean disciplinados y poco afectos a las malas noches. Es por ello que dejó fuera del mundial a hombres como Ronaldinho y Adriano, porque mas bien les gustaba disfrutar de las fiestas nocturnas.

Con esa concepción rígida, Dunga condujo a la selección brasilera en los últimos cuatro años. Al principio le iba muy mal, y recibió críticas de todos lados. Pero la victoria en la Copa América del 2007, seguida de un impecable primer lugar en las eliminatorias sudamericanas, además del título obtenido en la Copa Confederaciones del 2009, lo consolidaron y parecieron darle la razón.

Incluso antes del mundial, Dunga fue influido por el tema religioso. En su selección decidió incluir a varios futbolistas, en parte por su calidad, y en parte por ser parte de una organización denominada “Atletas de Cristo”. Dunga optó por estos, quizá porque responderían a lo que él quería de su equipo.

Brasil se presentó en Sudáfrica 2010 con todos esos parámetros. Sin el “jogo bonito” y con una esquematización que no es propia del vistoso, alegre y contundente fútbol brasilero.


Por eso mismo ganó deslucidamente a Corea del Norte. Por eso mismo obtuvo un opaco empate a cero con Portugal, sin poder vengar la afrenta del ‘66 (los lusos lo vencieron y encima sacaron a patadas de la cancha a su astro Pelé). Sus victorias ante Costa del Marfil y Chile fueron un espejismo, con algunas pinceladas de un Kaká que recién se recuperaba de una lesión y de un Robinho que no tuvo socios con quien complementar su fútbol.

Ante Holanda, parecía tenerlo todo. Mas el jugar como europeo ante un europeo, no iba a dar resultados. Uno de los preferidos de Dunga, Felipe Melo, fue el villano de la jornada con su autogol y su expulsión. Brasil no supo reponerse del golpe y terminó perdiendo con un rival como “la naranja mecánica”, que ha ganado sus cinco partidos al hilo, y que en cada uno de ellos fue mejorando su gran juego. Y que definitivamente es candidato al título.


Brasil se regresa a casa en cuartos de final. Muy temprano para sus aficionados, que seguro no le perdonarán a Dunga su reducida visión de las cosas, y las consecuencias que han devenido de. Que llegó a Sudáfrica soberbio y se retira humillado, tras anunciar que se retira de la dirección técnica.


miércoles, 30 de junio de 2010

Paraguay entre los ocho mejores del mundo

Cuando la prensa consultó a Gerardo Martino, entrenador del seleccionado paraguayo, cuál era su objetivo en este Campeonato del Mundo, el DT argentino manifestó que por lo menos debían llegar hasta las semifinales, en unas declaraciones que, para muchos, sonaron demasiado ambiciosas.

No obstante, Paraguay acaba de derrotar a Japón en una dramática definición por penales. Por primera vez en su historia, llega a la fase de cuartos de final, algo que nunca había alcanzado. Definitivamente, es algo inédito en la historia del fútbol paraguayo.

Pese a este logro histórico, Martino quiere más. Al final del partido con los japoneses, el “Tata” dijo que su equipo hará todo lo posible por llegar más lejos.

Quizás muchos lo miren por encima del hombro, pero el cuadro guaraní parece tener con qué llegar hasta instancias finales del torneo. En primer lugar, un cuadro disciplinado tácticamente, que sabe defender y sobretodo genera peligro en los contragolpes. Segundo, hasta el momento está invicto en el torneo, lo cual es algo que llena de moral a los “albirrojos”. Tercero, que así como los uruguayos tienen el aliciente de “la garra charrúa”, los paraguayos poseen “la sangre guaraní”, esa misma que les impulsa a pelear los partidos de igual a igual y no sentirse menos que nadie.

Empero, el cuadro dirigido por el “Tata” Martino, ex hombre de Newell’s, no la tendrá fácil en la ronda siguiente. Su próximo encuentro es nada menos que España, esa misma selección que, antes del torneo, era archifavorita, pero en su debut con derrota ante Suiza dejó dudas. Luego venció oscuramente a Honduras, y ante Chile mostró un buen primer tiempo que fue suficiente para ganar el partido, y obtener su pasaporte a octavos. En esta fase, acaba de eliminar en el “clásico ibérico” a Portugal (que parecía jugar con diez, porque Cristiano Ronaldo miraba más a las cámaras que a la pelota y sus compañeros); pero más que eso, mostró algo de esa dinámica, ese vértigo, ese fútbol que la llevó a consagrarse como monarca del fútbol europeo, hace dos años.

Con una España que ha ido mejorando a lo largo de la Copa, Paraguay deberá tomar sus precauciones si quiere seguir haciendo historia. En la estadística figura que en dos partidos disputados en los mundiales, nunca le pudo ganar, con un empate y una derrota ante los ibéricos. Pero la selección guaraní está dispuesta a hacer historia, como es la idea del “Tata” Martino.

Párrafo aparte para Japón, que sin duda se mostró como la revelación de este mundial. Su clasificación a octavos de final fue toda una sorpresa, al eliminar a cuadros supuestamente más cuajados, como Camerún y Dinamarca, que en contraparte tuvieron su peor actuación. Para los nipones también ha sido histórico llegar a octavos de final por primera vez fuera de sus tierras, y sin duda alguna tienen equipo para el futuro, con nombres como Heisuke Honda, sin duda su mejor futbolista.

Foto: http://www.cronica.com.mx

martes, 29 de junio de 2010

La dignidad en la derrota

Seguramente todos los medios de prensa se referirán a los triunfos de Holanda y Brasil en la jornada de hoy. La "naranja mecánica" supo golpear en los momentos justos y definió su clasificación. En cuanto al cuadro "canarinho", sus individualidades aparecieron y dejaron en el camino las esperanzas de una selección chilena que buscaba algo más que su presencia en el mundial. Y todos dirán que Holanda y Brasil se medirán en cuartos, en un choque de poder a poder; y quien gane, es seguro candidato al título mundial.

Sin embargo, hoy nos ocuparemos de los derrotados. De esas selecciones que, por no haber logrado lo que está indicado en el reglamento del fútbol, se tendrán que regresar a casa. En esta oportunidad, fueron Eslovaquia y Chile.

Eslovaquia recién consiguió su clasificación a la Copa del Mundo por primera vez, en su cuarto intento. Las expectativas eran pocas. En su grupo, estaba el complicado Paraguay y la actual campeona del mundo, Italia. Con rivales así, lo mejor era pensar que era un gran acontecimiento participar del mundial, y olvidarse de los sueños mayores.

Pero esta Eslovaquia no se rindió. Tuvo la iniciativa en su debut mundialista ante la modesta Nueva Zelanda, ante la que se puso en ventaja y parecía irse con los tres puntos seguros; sin embargo, sólo pudo ganar uno en el final. Ese sabor amargo continuó con la derrota ante Paraguay. Parecía que el retorno sería rápido.

Mas llegó la gran gesta en el último partido, ante el monarca Italia. Tenían que ganar para llegar a octavos de final. Y consiguieron lo inesperado: victoria por 3-2, con dos goles de Robert Vittek, que es uno de los máximos anotadores en este torneo. Además, humillaron al cuadro "azzurro", que se quedó eliminado en primera fase, y encima, último en el grupo.

Tras la hazaña, Eslovaquia jugó ante Holanda de igual a igual, tal como lo hizo ante los desvencijados italianos. Sin embargo, la mayor experiencia y calidad de los holandeses fue determinante. Cuando iban 0-2 y se acababa el partido, generaron un penal en el área naranja. Naturalmente, lo ejecutó Vittek, y anotó el descuento. En su primera incursión mundialista, Eslovaquia se fue con la frente en alto.

Lo mismo podemos decir de Chile. Su última participación fue en Francia '98, donde llegaron a octavos de final; pero a costa de tres empates. El objetivo era volver a ganar un partido mundialista. No lo lograban desde que fueron locales en 1962, cuando llegaron a ser terceros al imponerse 1-0 a Yugoslavia. E
incluso se podría decir que las victorias fuera de casa les eran esquivas desde 1950, cuando golearon 5-2 a los Estados Unidos.

Los rivales, pese a no ser una perita en dulce, se presentaban propicios para la ocasión. Chile venció a Honduras por la mínima diferencia y rompió el maleficio. Luego derrotó a una Suiza amarrete (que no supo qué hacer en desventaja) por el mismo marcador. En ambos encuentros pudo haber ganado por goleada; quizás lo hubiesen hecho si Zamorano y Salas nacían diez años después de su fecha original de nacimiento, y si Humberto Suazo llegaba en mejor forma.

El último partido fue derrota ante España 1-2. Pese a la clasificación a octavos, ese resultado lo condenó al segundo lugar, y por ende debía enfrentar a Brasil. Otra vez fueron derrotados: esta vez por 0-3. No obstante, lo bueno fue que Chile no se tiró atrás, sino que ante ambos rivales del "primer mundo" del fútbol, los encaró tan igual como lo hizo ante Honduras y Suiza. Esto tuvo que ver con el cambio de mentalidad que impuso a la selección "mapocha" su entrenador argentino, Marcelo Bielsa. Muchos criticarán que era mejor tirarse atrás y evitar las derrotas. Pero Bielsa murió en su ley, esa misma que los futbolistas chilenos también asumieron como suya.

Chile y Eslovaquia regresan a casa en octavos de final. Pero ambas selecciones han realizado una buena performance en la Copa del Mundo. Pese a la derrota, queda la dignidad de ambos equipos como ejemplo.

Fotos: http://larepublica.pe
http://www.news.cn

domingo, 27 de junio de 2010

Argentina y Alemania: contundencia con polémica

Las amplias victorias logradas hoy por Argentina y Alemania (que chocarán en cuartos de final) no sólo serán recordadas por lo categóricas que fueron. Esa contundencia en los marcadores no sólo se debió a la efectividad de los delanteros o al mejor desempeño colectivo de los vencedores. En ambas, el fallo del árbitro, influido por lo observado por sus jueces de línea, fue determinante para el desempeño de ambos cotejos.

Los primeros minutos entre Alemania e Inglaterra (un clásico del fútbol mundial) dejaba muy claro que los germanos eran superiores. De entrada anotaron dos goles, y como estaba el partido, se venía una goleada de grandes
proporciones. Pero Inglaterra reaccionó y logró descontar cinco minutos después. Ese inyectó de ánimos a los británicos, quienes fueron con todo por el empate.

En ese intento es que Lampard remata de media distancia, el balón choca en el horizontal y rebota dentro del arco alemán. Por medio de las imágenes posteriores que mostró la televisión, se pudo comprobar que el esférico pasó (y por varios centímetros) la línea de meta. Más el árbitro uruguayo Jorge Larrionda no convalidó el gol. De haberse decretado la igualdad, para el segundo tiempo quizás hubiéramos tenido otro partido, con una Inglaterra animada para lograr una victoria desde atrás.

Por ello, en el segundo tiempo, el cuadro de la Rubia Albión salió con todo, pero a empatarlo. En ese atacar constante, la defensa inglesa se descuidó y en dos contragolpes mortíferos, Alemania le encajó dos goles más, de la mano de Thomas Müller. Faltando veinte minutos para el final, el partido ya estaba decidido en favor de los germanos. Sin embargo, quien sabe si el segundo tiempo empezaba dos a dos, la cosa quizás haya sido distinta.

Pese a esta consideración, lo cierto es que la defensa de Inglaterra dio muchas ventajas a un equipo alemán que ha demostrado ser contundente en ofensiva. Su juego de conjunto nunca se terminó de complementar, y ofreció pobres espectáculo como ese bodrio que fue su encuentro en la primera fase contra Argelia (cero a cero). Además, Wayne Rooney, el astro del Manchester United, nunca dio pie en bola y fue una de las decepciones de esta Copa del Mundo.

En cuanto al duelo en que Argentina se impuso a México, la falla arbitral ocurrió cuando el cotejo estaba sin goles. El equipo de Maradona tomó la iniciativa, pero los aztecas les tomaron el pulso y llegaron algunas veces al arco de Romero.

La historia cambió a los 26 minutos, cuando la valla defendida por el "conejo" Pérez quedó
desguarnecida, y Messi quedó con el balón al frente del arco defendido por dos defensas mexicanos. "Lío" levantó el balón por arriba, y justo intervino Carlos Tévez (la figura del encuentro), quien regresaba de una posición adelantada que se comprobó en la TV, y anotó el polémico gol. Los futbolistas aztecas reclamaron, pero el juez italiano Rosetti ya había validado el tanto.

Con ese gol, México ya no fue el equipo audaz. Argentina aumentó siete minutos después gracias a Gonzalo Higuaín, quien se convirtió el goleador absoluto del mundial. Se puso tres a cero con un extraordinario remate de fuera del área del mismo Tévez, en los primeros minutos del segundo tiempo. Parecía que se venía una catástrofe, sin embargo "el gigante de la CONCACAF" logró descontar por medio de Hernández, su mejor jugador en el torneo.

Definitivamente, el gol validado a Tévez fue determinante para el desarrollo del juego. Quizás Argentina no lo hubiera necesitado: igual se hubiera impuesto a un cuadro mexicano atrevido, aunque sin las individualidades destacadas de los gauchos.

Argentina y Alemania han demostrado ser contundentes. No obstante, sus victorias quedan algo empañadas por los errores arbitrales. Ahora se enfrentarán en cuartos de final, en un duelo de poder a poder que promete.

Fotos: http://www.as.com

sábado, 26 de junio de 2010

La Celeste se reencuentra con su historia

Uruguay ha clasificado a los cuartos de final de la Copa del Mundo, luego de cuarenta años. Sin duda alguna, lo alcanzado por el equipo que dirige Óscar Washington Tabárez es destacable, debido a que en lo últimos años, la celeste se había conformado con ser mero participante de la Copa del Mundo, antes que ser protagonista como lo es en Sudáfrica 2010.

No sólo el hecho de, por lo menos, figurar entre los ocho mejores del mundo, es una forma de reencontrarse con su historia futbolistica de triunfos a nivel mundial, durante la primera mitad del siglo XX. Pero la manera en que derrotó a Corea del Sur (digno rival) también es volver al encuentro con su legado deportivo.

Porque la Corea de hoy le supo hacer frente a Uruguay. Sobretodo en el segundo tiempo, cuando lo complicó e incluso llegó a empatarle. El cansancio y la fatiga ya hacían presa de los futbolistas celestes. Sin embargo, eso que llaman "garra charrúa", que parece transmitirse por las venas, desde Nazazzi, pasando por Varela y llegando hasta Lugano, apareció en un partido que se tornó muy complicado.

Luis Suárez apareció en ese momento clave, con un gol que parecía ser hecho en una definición de campeonato. A este equipo uruguayo no sólo le acompaña la "garra", sino la habilidad de sus delanteros, como Forlán y el mismo Suárez, quienes hacen ganar partidos con sólo una jugada; y un equilibrio táctico en el que destaca la solidez de Lugano en el fondo y la fuerza de Álvaro Pereira y Diego Pérez en el mediocampo.

Ahora viene Ghana, que superó en tiempo extra a un difícil cuadro de Estados Unidos. Por cierto, Ghana es el único sobreviviente africano en el mundial, y alcanzó lo hecho por Camerún en 1990 y Senegal en 2002: llegar a cuartos de final. Además, cuenta con un equipo sólido en todas sus líneas, donde destaca Asamoah Gyan, que ya tiene tres goles en el mundial. De lejos ha demostrado ser el mejor representante de una África cuyos seleccionados han tenido un desempeño para el olvido.

Podría decirse que Ghana será "local" ante Uruguay en el partido por los cuartos de final, que se disputará el próximo 2 de julio en Johannesburgo, como único participante del África. Pero para los "charrúas" no existen esos condicionamientos: comprobado está su desempeño ante la misma Sudáfrica. Nos espera un encuentro interesante, en el que la Celeste demuestre que está para meterse entre los cuatro mejores del mundo, después de varias décadas en el ostracismo.

Foto: http://100goles.rpp.com.pe/

Sudamérica y África: dos caras opuestas

Cuando empezó el Campeonato del Mundo, muchos pensamos que esta competencia iba a ser recordada por el protagonismo de los seleccionados africanos. En primer lugar, por su crecimiento en los torneos internacionales, tanto en los juveniles como los olímpicos, donde incluso han ganado campeonatos. Porque tienen jugadores destacados en las mejores ligas del mundo. Y sobretodo, porque el torneo se disputa en "su" continente".

Sin embargo, en el mundial del que más se esperaba más de ellos, ha sido el más decepcionante en muchos años. Primero tenemos a la selección de Sudáfrica, que se ha convertido en la primera dueña de casa que no pasa la primera fase. Su debut tímido, con empate ante México y su derrota por goleada ante un Uruguay con oficio le pasaron la factura. Ni siquiera su victoria sobre una decepcionante Francia les ayudó. Sólo les queda el consuelo de ver a los mejores equipos del mundo en sus canchas, por quince días más.

Nigeria ya no es la de los años '90, cuando hacía partidos increíbles e incluso ganaba títulos increíbles, como el Oro olímpico en Atlanta '96, dejando atrás nada menos que a Brasil y Argentina. Bien justificado su último lugar en el grupo B, con sólo un punto. Pero la mayor decepción es Camerún, que contaba con el multicampeón Eto'o, y jugadores experimentados como Geremi, Webo y Rigobert Song. Ha cerrado la peor campaña de su historia: tres jugados, tres perdidos.

De Argelia no se esperaba mucho. Para los muchachos del África árabe, ya era un completo éxito estar presentes en la Copa del Mundo luego de 24 años, y se van mucho más contentos por haber conseguido un heroico empate ante Inglaterra, que fue lo único que lograron. Costa del Marfil goleó en su último partido, pero no le alcanzó gracias a la complicidad mutua de brasileros y portugueses. Además, su máxima estrella del Chelsea inglés, Didier Drogba, no llegó en las mejores condiciones producto de una lesión inesperada.

Sólo queda Ghana, que mostró ser la selección más compacta y madura del Continente Negro, y que ha logrado su pase a octavos de final con justicia. Su rival será Estados Unidos, al que ya venció en el mundial anterior. Veremos si repite el éxito e iguala lo logrado por Camerún en 1990: llegar a cuartos de final.

El otro lado de la moneda es Sudamérica. Sus cinco selecciones han obtenido el pasaporte a los octavos de final. Como siempre, Brasil y Argentina se han mostrado como las fuertes, y son candidatas a lograr el título e incluso encontrarse en la final. Para ello, deberán vencer a dos rivales, curiosamente, latinoamericanos: Chile y México, respectivamente. Los primeros han dejado una grata impresión por su juego que busca el arco rival, aunque les falta un Zamorano o un Salas. Los mexicanos sólo dejaron a la vista su gran triunfo ante los desorientados franceses, y su timidez ante los uruguayos.

Por cierto, Uruguay es una selección que ha sorprendido. Sin mucho cartel y con bastante humildad, han consolidado un equipo sólido en defensa y con un ataque explosivo, que ha logrado la hazaña de ganar su grupo luego de 56 años. Parece tener las condiciones de avanzar hacia las instancias finales del torneo, como lo hicieran sus equipos de antaño, esos que ganaron dos olímpicos y dos mundiales. Paraguay comenzó bien con su buen empate ante Italia y su victoria sobre Eslovaquia, mas la deslucida igualdad ante Nueva Zelanda (aunque eliminada, terminó invicta y digna) ha dejado dudas pese a terminar primera en su grupo.

No debemos olvidar a Asia, que por pirmera vez envía dos selecciones a octavos. Corea del Sur tenía que pasar de ronda. Una selección con siete participaciones consecutivas debía lograrlo. Pero lo más sorprendente es lo de Japón. No sólo mostró solidez defensiva ante los cameruneses, a los que vencieron; sino que demostraron contundencia y efectividad ante una deslucida Dinamarca. La experiencia que van adquiriendo, producto de sus constantes participaciones y la excelente organización de su fútbol, generan que los "grandes" de Asia puedan dar estos pasos de gigante en la Copa del Mundo.

Finalmente, Corea del Norte pagó caro su inexperiencia en la competición, aunque el hecho de volver al mundial luego de 44 años es algo histórico. Mientras que Estados Unidos se va consolidando en el ambiente futbolístico internacional. Ya destacan más que México. Cuidado que se van acercando al nivel de los protagonistas.

Foto: http://euronews.net

De los poderosos, sólo Italia quedó afuera

En la última jornada de esta primera fase, varios "grandes" del fútbol europeo corrían riesgo de quedarse fuera de carrera. Habían razones matemáticas, porque no tenían reunido los puntos suficientes y no habían asegurado en el papel su pase a octavos de final; y futbolísticas, porque su juego distaba de tener nivel para demostrar que eran candidatos.

Al final, sólo Italia se quedó eliminada en la primera fase. La derrota ante la poco elegante pero efectiva Eslovaquia la dejó de carrera inesperadamente. Si bien es cierto el cuadro "azzurro" había mostrado una fea imagen en sus empates ante Paraguay y Nueva Zelanda, partidos en los que estuvo en desventaja en el marcador; muchos pensaban que Italia sacaría esa misma fortaleza que sus "colegas" europeos sí tuvieron en la fecha final. Y que el actual campeón no tuvo. Por eso fue eliminada, para la tristeza de millones de "tifosis" decepcionados.

Ni siquiera la vuelta al comando técnico de Marcello Lippi, quien ayudó a Italia a levantar por cuarta vez la Copa del Mundo, cambió una triste realidad de la selección italiana, que ya venía de antes. Desde 1974 no se producía esta tragedia para el fútbol italiano, que por cierto, tiene un equipo campeón de Europa con futbolistas no nacidos en el país de la pasta.

El otro lado de la moneda estuvo de parte de los demás "grandes". Inglaterra volvió a demostrar falta de fútbol, más sacó a la luz su amor propio y el peso de la camiseta, y se impuso a una Eslovenia que vio frustrados sus sueños con un gol en otra cancha, el de Landon Donovan, que le daba la clasificación a los Estados Unidos. Con esto, una de las ex repúblicas yugoslavas se regresaba a casa.

Inglaterra, como decíamos, mostró su fortaleza anímica, pero deberá mejorar. Su rival de enfrente es Alemania, que también pasó a octavos gracias a una sufrida victoria sobre una complicada Ghana (indiscutiblemente la mejor selección africana del mundial). El cuadro teutón definió un partido difícil gracias a una genialidad de Ozil, una de las revelaciones de la primera fase. Definitivamente, el duelo entre germanos y británicos será una "final adelantada" y el pronóstico es reservado.

Finalmente, España aseguró su pase con un poco de suerte y efectividad. Chile dominaba el partido y hacía temblar a la "furia". Pero una salida en falso del portero Bravo dejó el balón a David Villa, quien remató al arco chileno desde 50 metros. Minutos después llegó el segundo gol de Iniesta y la expulsión de Estrada. La selección de la estrella solitaria se quedaba con diez para el segundo tiempo, aunque luego anotaría un gol.

De esta forma, España definió rápidamente su suerte en octavos de final, ante un rival diezmado y preocupado por el resultado del encuentro entre Suiza y Honduras, que finalmente no se hicieron daño y permitieron al equipo "mapocho" acompañar a los hispanos en la siguiente ronda. No obstante, la selección dirigida por Vicente del Bosque aún no ha mostrado su mejor forma, y enfrentará, en un inédito encuentro entre cuadros ibéricos, a un Portugal que no será nada sencillo.

Ninguno de estos ha mostrado gran cosa. Sólo Holanda, en su último partido con Camerún, ha logrado hacer visible un juego ordenado y vistoso, más aún con la aparición de su astro Arjen Robben, quien seguramente comenzará a dar que hablar en las siguientes etapas del torneo. Junto con Argentina, es la única que ha logrado puntaje perfecto, y apunta directo al título.

Sólo seis de los trece seleccionados europeos han pasado la primera fase, incluida la eliminación prematura de los dos últimos finalistas. Y justo los seis se enfrentarán entre sí. De manera que en cuartos de final sólo habrán tres equipos del viejo continente, algo inédito en la historia de la Copa del Mundo. ¿Hora de revisar la organización de sus torneos? ¿Y de paso, sus plazas de extranjeros?

Foto: http://larepublica.pe

jueves, 24 de junio de 2010

Martín Palermo y el gol más esperado de la historia

El martes la Argentina no celebró la victoria contra Grecia, con la que se consolidaba en el primer lugar del grupo. Desde antes del partido, este resultado fue asumido como un mero trámite en el camino que la selección albiceleste se ha trazado, cuyo objetivo final es visto como la obtención de la Copa del Mundo.

Lo que más se festejó fue la segunda anotación. Y sobretodo por el autor del gol: Martín Palermo. El hombre récord de Boca, el máximo goleador de la historia del Club Atlético Boca Juniors. La década que pasó puede dar fe de los títulos nacionales, sudamericanos e internacionales que ayudó a ganar a la institución azul y oro con sus más de 200 goles, que lo hicieron ídolo de una hinchada que al principio lo resistió.

Pero no todo fue color de rosa para el "Loco". Durante su carrera sufrió varias lesiones, que lo alejaron de las canchas durante largos períodos. Su periplo por el fútbol español (Villarreal y Betis) no fue exitoso. No osbtante, Palermo no se rindió, y se siguió esforzando. Cosechó grandes éxitos con Boca, donde tuvo una segunda etapa. Había ganado y logrado todo lo que se propuso.

Sin embargo, tenía una deuda pendiente con la selección argentina. Pese a que en la Copa América del '99 anotó tres goles, se le recuerda más por los tres penales que erró contra Colombia, en un partido para el olvido. Fue duramente criticado. Y por un buen tiempo no fue considerado para vestir la casaquilla albiceleste.

Pese a esos antecedentes negativos con la selección, Maradona lo convocó para las dos fechas finales de la eliminatoria. Argentina podía quedarse fuera del mundial. Empataba a uno de local con Perú. Y en el último minuto, el "loco" anotó el gol de la victoria, clave para esas circunstancias difíciles para el cuadro platense.

Hasta allí, nadie pensaba que Palermo sería considerado para el mundial; sin embargo Maradona lo puso en la lista de los 23, pese a sus 36 años. Eso fue criticado por la afición y el periodismo. Más Maradona no lo llamó por ser un gran jugador: era en reconocimiento a su trayectoria.

Palermo recién pudo estrenarse con la casaca albiceleste en este tercer partido contra Grecia, siete minutos después de que la Argentina se pusiera en ventaja gracias a un gol de Demichelis. Argentina festejaba más el hecho de ganar su grupo con puntaje perfecto, que el de derrotar a los helénicos, quienes le opusieron seria resistencia durante 77 minutos.

Hasta que llegó lo inesperado: Messi intentó llegar al borde del área y remató hacia Tzorvas que bloqueó el tiro; pero su atajada desvió el balón hacia Palermo, quien con su pierna menos hábil (la derecha) colocó el balón al palo izquierdo del guardameta helénico.

Palermo había logrado el sueño de todo futbolista: anotar un gol en el mundial. Por eso todo el equipo lo fue a abrazar. Por eso Diego se emocionó y también lo abrazó. Y todo el pueblo argentino, sea de Boca, de River, del Sacachispas, también quería abrazarlo. Porque el delantero más importante del fútbol platense logró su sueño.

El "loco" quiere más. Ha dicho que es el gol más importante de su vida, pero que espera coronarse campeón el 11 de julio. Con este gol, Martín, te podrás retirar tranquilo, porque ese gol vale más que todos los que hiciste y harás. Pero si logras ese otro sueño, el de ser campeón del mundo, ya te podrás morir tranquilo.

Foto: http://www.larepublica.pe

martes, 22 de junio de 2010

Francia: decepcionante y de cabeza

Aunque en la teoría debía ser el más fuerte de la serie, Francia terminó en un lamentable último lugar del grupo A. El pobre nivel mostrado por "les bleus" fue el reflejo de una interna muy complicada, debido a las malas relaciones entre el técnico Raymond Domenech y algunos jugadores de la selección.

Esta situación no debe ser ninguna novedad. Desde el mundial anterior, en la que Francia logró el subcampeonato, ya existían rencillas entre Domenech y sus dirigidos. Eso se notaba en el rendimiento colectivo del equipo. Sin embargo, para su suerte, Zinedine Zidane quería retirarse en todo lo alto y con su fútbol, condujo a la selección hasta la final, la que perdió por penales. En ese mismo partido "Zizou" fue expulsado por el famoso cabezazo contra Materazzi.

Pese a que en la Eurocopa del 2008 Francia realizó una actuación desastrosa (última en su serie con un punto), Domenech fue ratificado en el cargo. Tras quedar segundo en el grupo 7 de las eliminatorias europeas, la selección gala se clasificó polémicamente a Sudáfrica 2010 al empatar 1-1 con Irlanda de local (ganaron 1-0 en Dublin), con gol de Gallas, asistido por Thierry Henry, quien paró el balón con la mano.

Francia no había demostrado estar bien. Incluso en los partidos amistosos no se notaba la mano del entrenador y había un descontento en la afición. Para colmo de males, Domenech decidió prescindir de Karim Benzemá, uno de sus mejores delanteros. Así llegaba Francia a la primera Copa del Mundo en África.

En el primer partido empataron con Uruguay sin goles, y dejaron una imagen preocupante. Eso se evidenció más en la histórica derrota ante México, que los superó claramente. Justamente en el entretiempo de este cotejo, se produjo el incidente que fue la gota que derramó el vaso. La discusión del delantero Nicolás Anelka (con sus antecedentes) con Domenech, que derivó en insultos groseros contra éste último. El dato se filtró en la prensa y Anelka fue separado de la selección.

Ese clima tenso generó reacciones en los futbolistas franceses, quienes en solidaridad con Anelka, decidieron no entrenar. Domenech sentó a los "huelguistas" y puso a otros futbolistas que no había tomado en cuenta para el último partido ante Sudáfrica. El resultado era previsible: victoria de los "Bafana-Bafana" por dos a uno. Y eliminación de ambos, en el caso de Sudáfrica la primera vez que el cuadro local no pasa la fase de grupos.

Francia volvió a quedar último en su grupo, tal como en 1966 y 2002. Pero esta campaña ha quedado marcada por la falta de liderazgo, tanto del entrenador como de alguno de sus dirigidos que pueda ser el nexo, como lo fue Zidane en su momento; además del clásico problema del fútbol frances de la caudillo-dependencia en la cancha. Tras el mundial, Laurent Blanc, otrora gran defensa de la escuadra campeona en 1998, reemplazará a Domenech. Y se espera que recomponga las relaciones rotas.

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Uruguay, ganador del "grupo de la muerte"

La selección uruguaya se ha impuesto con toda justicia en el grupo A del Campeonato del Mundo, el cual fue denominado "el de la muerte", debido a que los integrantes del mismo se encontraban, aparentemente, en igualdad de condiciones. Se suponía que Sudáfrica iba a pesar por ser local; México ya es animador de los torneos mundiales; y Francia tenía el aliciente de sus excelentes individualidades y el ser actual subcampeón del mundo.

No obstante ser considerado un equipo de respeto, mas que nada por su tradicional "garra", las últimas actuaciones de Uruguay no lo avalaban. La imagen de multicampeón de las primera mitad del siglo XX quedaba muy lejana. Sólo había estado presente en tres de las seis Copas del Mundo anteriores. Y de esas, sólo en dos pasó a octavos de final, como mejor tercero. En la edición del 2002, no pasó la primera fase; aunque su último partido fue memorable: tras ir 0-3 ante Senegal al finalizar el primer tiempo, logró empatarlo en el segundo. En sus útlimos 17 partidos mundialistas, sólo había ganado uno.

Tras conseguir una clasificación agustiosa, la selección uruguaya acudió a Sudáfrica con una actitud de humildad, sabiendo que en el papel no figuraba como favorito, pese a tener más historia que sus rivales. En la etapa de preparación, su técnico Óscar Washington Tabárez reforzó bien su bloque defensivo, y trabajó bien el ataque, que quedaría comandado por delanteros peligrosos como Diego Forlán y Luis Suárez, de gran temporada en el Atlético de Madrid y Ajax de Amsterdam, respectivamente.

Este trabajo dio resultados. Primero supo sacar un buen empate ante Francia, en un partido en el que prefirió estudiar al rival (y de paso desnudando sus deficiencias). Sabiendo que tenía recursos, salió con actitud ofensiva contra Sudáfrica y lo goleó tres a cero en su propia casa, resultado que prácticamente lo clasificaba a Octavos. No conforme con eso, controló a una tímida selección mexicana, que no tuvo la misma actitud que ante los franceses, y la derrotó uno a cero.

Uruguay ha hecho historia. Tras años sin vencer en un solo partido, ganó dos en la primera fase, en la que ha terminado sin encajar un sólo gol. Además, se ha coronado ganador de su grupo tras 56 años. Y con muestras de solidez defensiva y peligrosidad en el ataque, algo que cualquier selección quisiera lograr.

El próximo reto es Corea del Sur, un equipo que por vez primera ha pasado la fase inicial en un mundial fuera de casa (pues lo logró solamente cuando fue anfitrión junto a Japón en el 2002). Un conjunto que es rápido, y sobretodo, aguerrido. En el papel, no debería tener problemas con los surcoreanos. Pero la receta para Uruguay debe ser la misma: humildad y trabajo.

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La "Furia" gana, pero sigue sin convencer

España ha derrotado dos a cero a Honduras, y se mantiene vivo en el Campeonato del Mundo. Para las estadísticas, todo indica que si derrota a Chile al menos por uno a cero, ya está dentro de los octavos de final. Sin importar lo que suceda entre los casi eliminados centroamericanos y la siempre complicada Suiza.

Y sin embargo, a esta selección española le faltan esos ingredientes que le puso a esa "paella", vale decir, el estilo de juego que lo consagró campeón en la Eurocopa del 2008. La velocidad, el toque y la efectividad de sus delanteros fue clave para la obtención de ese título. Todo eso parece haber pasado al olvido, en sólo dos años.

Ante Honduras, la "furia roja" pudo anotarse una goleada parecida a la que propinó Portugal a los norcoreanos. Empero, España erró demasiadas ocasiones de gol (incluido un penal desviado por David Villa), y si se impuso fue por las licencias defensivas del cuadro "catracho", y porque con excepción del delantero Suazo, del Inter italiano, su ofensiva no tiene el peso de otras selecciones. Con Suiza, la selección española mostró las mismas falencias, y perdió ante un rival que nunca lo había derrotado.

España debe vencer a Chile en su último partido para asegurar su clasificación. Sin embargo, esto no será nada fácil. Los futbolistas chilenos han llegado a la Copa del Mundo con otra mentalidad (por primera vez), gracias a la dirección de su entrenador, el argentino Marcelo Bielsa, quien ha inculcado a sus dirigidos el juego ofensivo, la marca a presión al rival, pero sobretodo el no sentirse inferior a nadie.

Entonces, este partido será abierto y no hay un favorito. Que no crean los españoles que por más figuras que tengan y que por ser una de las ligas más competitivas del mundo, lo tienen asegurado. Chile tiene armas con qué hacer daño, lo demostró hoy ante Suiza, a la que derrotó por uno a cero. España todavía puede quedarse afuera.

Festín lusitano. Después del luchado partido que le hizo a Brasil, quedó la sensación de que Corea del Norte, aunque modesta, le haría una resistencia parecida a Portugal, que en su debut no lució. Los asiáticos parecieron controlar a los lusitanos, aunque se fueron con desventaja de 0-1 al descanso. Sin embargo, la falta de roce internacional les pasó la factura. Y Portugal comenzó a llenarles la canasta hasta redondear un aplastante siete a cero, la mayor goleada de la Copa.

Se podrá decir que pasó por encima a un equipo débil. No obstante, lo de Portugal tiene mérito por dos razones: nadie pensaba que esto sucedería, precisamente por la forma en que Corea del Norte jugó ante Brasil (adormecido en ese primer cotejo); y que a rivales de ese nivel hay que golearlos. El equipo de Cristiano Ronaldo está prácticamente clasificado a octavos de final, y sin duda ofrecerá lo mejor en el último juego ante la selección "canarinha", que mostró su mejor forma ante Costa del Marfil el domingo, y pelearán por ver quién quedará en primer lugar del grupo.

Foto: http://www.rtve.es