sábado, 14 de agosto de 2010

Las decepciones del Mundial (I): Francia

A partir de este post comenzaremos a analizar a aquellas selecciones que llegaron con todo el cartel para hacer una gran presentación. O en todo caso, con el nombre suficiente para hacerse respetar, y llegar a instancias finales del Campeonato del Mundo; pero que a la hora de estar en el césped no estuvieron a la altura. E incluso se regresaron temprano.

Hoy hablaremos de la selección francesa, que llegó a este mundial en medio de varios dilemas. El primero, que sería una Copa inédita por no tener a su gran figura de los últimos 20 años: Zinedine Zidane. Tras su retiro en el torneo del 2006, en el que salió expulsado en el decisivo encuentro contra Italia, el cuadro galo no reeditó grandes actuaciones, al menos en lo estético. Por lo menos los resultados le acompañaron para llegar al repechaje.

Aquí el segundo dilema. La forma en que llegó a la Copa del Mundo no fue bien vista. Francia había derrotado a Irlanda a domicilio por la mínima diferencia, y sólo precisaba de un empate en Dublín. Los británicos se pusieron adelante en París, y la clasificación francesa peligraba. Llegó el empate de Gallas, pero la jugada previa fue un pase de Thierry, quien se ayudó con la mano. Los irlandeses protestaron, e incluso pidieron a la FIFA que se repita el juego. Pero Blatter y compañía no aceptaron el reclamo. Francia se metía al mundial por la ventana.

Ese antecedente hizo que los franceses no fueran bien vistos por los aficionados. En el mismo ambiente del fútbol se cuestionó la manera en que Francia se hizo presente en Sudáfrica 2010. Aún así, tenía el cartel de favorito en su grupo. Quizás Sudáfrica podría hacerle frente por ser el dueño de casa. México y Uruguay eran vistos como inferiores.

El empate a cero con los uruguayos no los dejó contentos. El cuadro celeste se paró bien en defensa, atacó en algunas ocasiones, y cuando sufrió la baja de uno de sus hombres por expulsión, simplemente firmó el marcador en blanco. Francia debía ganar a México para asegurar la clasificación. Pero los aztecas les salieron respondones y los humillaron, ganándoles (2-0) por primera vez en Copas del Mundo, con goles de Blanco y Hernández.

Esa derrota no fue lo peor. Lo más grave vino después, con el escándalo que se armó por los insultos del delantero Nicolás Anelka al propio entrenador Raymond Domenech. Esto trascendió de los camarines a la prensa, y se armó la grande. La "triple F "(Federación Francesa de Fútbol) sacó a Anelka de la selección. Los jugadores salieron en su defensa, y se negaron a entrenar ¡en pleno Mundial! Las relaciones quedaron bastante deterioradas.

Con ese clima, Francia ya estaba eliminado. Pese a sus posibilidades matemáticas, el ánimo no estaba para intentar milagros. El último partido ante Sudáfrica fue otra derrota. Francia cayó dos a uno, y quedó último del grupo A, pese a que todos lo daban como ganador seguro.

El fracaso francés en esta competición no sólo ha remecido los cimientos de su fútbol, sino los de su propia sociedad. Muchos sociólogos se atreven a hablar del "fin de la Francia diversa y multicultural", que tuviera su máxima expresión en el título logrado en casa el año '98.

Más allá de los análisis y las opiniones, la "triple F" le dio vuelta a la página y destituyó a Domenech, poniendo en su lugar a Laurent Blanc, quien fuera campeón como jugador hace doce años. Va necesitar algo más que ósculos en la pelada de Barthez (su cábala en Francia '98) para darle vuelta a esta adversa realidad.

jueves, 12 de agosto de 2010

Ecos del Mundial (VI): Japón y Corea del Sur ya no son novedad

Fue sorprendente el papel realizado por las selecciones de Corea del Sur y Japón en el último Campeonato del Mundo. Las selecciones provenientes del Asia siempre han sido vistas como inferiores no sólo por europeos y sudamericanos, sino también por los mismos africanos. Quizás por esta razón la campaña realizada por estos equipos ha llamado la atención.

Otra razón puede ser los antecedentes. En anteriores mundiales, tanto Japón como Corea del Sur no habían realizado buenas performances. Salvo el cuarto lugar logrado por los peninsulares en la Copa que co-organizaron junto a los nipones, que por cierto, lograron pasar por única vez (hasta ese momento) la primera fase; no se había visto una buena actuación de cuadro asiático desde lo de Corea del Norte en 1966 o Arabia Saudita en 1994.

De primera, Japón era visto como el patito feo del grupo E. Holanda era la selección más fuerte de la serie, mientras que en el papel Dinamarca y Camerún tenían más peso y pelearían por el segundo cupo a octavos de final.

No obstante, el cuadro japonés no se amilanó y tras haber estudiado a sus rivales, decidió plantear los partidos defensivamente y contragolpeando cuando se descuidaran. Esa fórmula le funcionó perfectamente contra Camerún, al que derrotó por uno a cero, con gol de Heisuke Honda, la gran figura nipona en Sudáfrica. Ante Holanda le jugó de igual a igual, pero fueron superados por los tulipanes por el mismo marcador.

La máxima expresión de la estrategia japonesa, dirigida por Takeshi Okada (viejo conocido del ’98), se apreció en el juego con Dinamarca. Contragolpes que generaron dos tiros libres perfectamente ejecutados y Japón arriba. El descuento danés de Tomasson llegaría en vano, porque Okazaki marcaría el tercero y definitivo.

Por vez primera, Japón pasaba la fase de grupos fuera de casa. En octavos de final, se enfrentó ante un rival parejo, pero igual de duro como Paraguay. En el juego quedaron empatados a cero y los japoneses sólo se marcharon de Sudáfrica por la vía de los penales. Una actuación digna de los del Sol Naciente.

Corea del Sur es sin duda, la selección más experimentada del Asia. Sudáfrica 2010 era su séptima participación consecutiva. Si bien es cierto tenía al frente a Argentina en el grupo B, Grecia y Nigeria no parecían traer mucho peligro. Era la oportunidad para los surcoreanos para no ser mero comparsa.

El primer partido terminó con victoria: dos a cero sobre los esforzados pero limitados griegos. Luego cayeron ante Argentina por cuatro a uno, en una derrota que fue demasiado castigo para un seleccionado que jugó sin complejos ante los platenses. Finalmente, sacaron un empate a dos contra una despintada Nigeria, y lograron el pase a octavos, al igual que los japoneses, de forma inédita fuera de casa.

En octavos tuvieron un duelo interesante con los uruguayos, ante los que se mostraron como un digno rival. Uruguay se puso adelante gracias al oportunismo de Suárez; pero cuando los “charrúas” acusaron el cansancio en el segundo tiempo, aprovecharon para empatarlo. Estaba para darle vuelta, pero apareció otra vez Suárez para anotar un gol típico de final del Mundo. Sólo así se podía eliminar a Corea del Sur. No había otra forma de hacerlo.

Es cierto que hubo otros equipos como Corea del Norte, que tras hacer sufrir a Brasil en el primer partido, se fue del torneo “con la canasta llena”; o Australia, que reaccionó tarde ante Serbia y se fue eliminado por diferencia de goles. Pero las campañas de Corea del Sur y Japón deben ser destacadas. Llegaron en silencio al mundial, sin tanta pompa como los africanos, y se retiraron más arriba de las expectativas. Todo esto se debe a un trabajo que ya lleva años. Y que no nos sorprenda que lleguen más lejos en los próximos torneos mundiales.

martes, 10 de agosto de 2010

Ecos del Mundial (V): El fracaso africano

En el primer post acerca del mundial, comentábamos que el Campeonato del Mundo disputado en Sudáfrica era la oportunidad perfecta para que un seleccionado africano rompiera con el predominio sudamericano-europeo, en cuanto a obtención de títulos se refiere.

Además de jugarse el mundial en su continente, el fútbol africano ha mostrado grandes progresos. Ya cuenta con dos campeones olímpicos: Nigeria en 1996 y Camerún en 2000. Muchos de sus mejores futbolistas destacan en los equipos más importantes de las principales ligas europeas. Todo esto daba a entender que África podía. Y debía. Sin embargo, esta Copa resultó una pesadilla.

Comencemos con una de las selecciones que llegaba con más cartel: Camerún. Retornaba luego de ocho años a un mundial. Tenía a uno de los mejores futbolistas sobre el planeta, llamado Samuel Eto'o. Es la selección africana con más experiencia en los mundiales. Para echarle más condimento, su grupo era relativamente sencillo. Si bien es cierto estaba la complicada Holanda, tendría un duelo de poder a poder con Dinamarca y no debía tener problemas con Japón. Sin embargo, desde el comienzo, y hasta el final, decepcionó. El primer lance con los nipones terminó con derrota por la mínima diferencia. Tras ir ganando, cayeron ante los esforzados daneses. Ya eliminados, su último partido ante los futuros subcampeones culminó con una nueva caída, otra vez por 1-2. Cero puntos.

Costa del Marfil debía pelear la clasificación con Portugal en el debut. Pero no pudo romper el cero a cero ante una buena defensa lusitana. Ante Brasil, se dedicó a golpear antes que jugar. El 1-3 estaba justificado, aún con las dos manos de Luiz Fabiano. El 3-0 sobre la inexperta Corea del Norte limpió su actuación. Hay que reconocer que su estrella del Chelsea inglés, Didier Drogba, jugó el mundial con un solo brazo.

Otra decepción fue Sudáfrica. No porque se esperaba que fuera uno de los finalista, sino porque era dueño de casa. Con su actuación (empate con México en el debut, caída por goleada ante Uruguay y triunfo ajustado sobre una pobre Francia), se convirtió en la primera selección local que no pasó la primera fase.

No se podía esperar más de selecciones como Nigeria y Argelia. De la primera, parecen haber pasado sus épocas de gloria de los 90's. Su gran oportunidad estuvo cuando enfrentó a Grecia; pero una torpeza de Keita les dejó con diez y los helénicos voltearon el partido. En el caso de los norafricanos, su empate ante sin goles ante una mediocre Inglaterra fue lo único destacable. Ante Eslovenia y Estados Unidos perdieron en los últimos minutos.

La excepción definitivamente fue Ghana. A diferencia de los equipos anteriores, desde el arranque se mostró sólido y ordenado en sus líneas. Derrotó a Serbia en el comienzo y luego empató con Australia. Pese a perder con Alemania, fue el único africano que pasó la primera ronda. Fue mucho más que Estados Unidos y alcanzó los cuartos de final, proeza lograda sólo por Camerún en 1990 y Senegal (¿qué fue de ellos?) en 2002.

Antes de finalizar el primer tiempo se pusieron adelante sobre los uruguayos con golazo de Muntari. Pero el mejor jugador del mundial, Diego Forlán, lo empató con otro de tiro libre. Y Luis Suárez, cual héroe y mártir a la vez, evitó la victoria de Ghana con la mano. Encima su gran figura, Asamoah Gyan, la mandó al horizontal en el último minuto. Y en los penales perdió. Igual, recordaremos a este gran equipo, que va dar que hablar en las próximas citas mundialistas.

Este fue el recorrido del fútbol africano en el primer mundial desarrollado en su continente. Con la sola excepción de Ghana, el resto fue para el olvido.

martes, 3 de agosto de 2010

Ecos del Mundial (IV): El pulpo Paul


En torno al fútbol siempre hemos visto personajes pintorescos que dicen predecir los resultados de los partidos. Tenemos a los adivinos, los hechiceros, los gitanos, etc., quienes siempre afirman lo que ocurrirá en el verde antes que se ruede el balón. Y a veces, sus pronósticos son más tomados en cuenta que los comentarios de los especialistas, e incluso aciertan con los scores.

Pero nunca antes se había dado importancia a un personaje como el Pulpo Paul, quien sin estar en Sudáfrica, en un acuario ubicado en Oberhausen, Alemania, acertó en todos los partidos en los que se le consultó su respuesta.

Nacido en Inglaterra, "Paul" ya era conocido por haber pronosticado los resultados de la Eurocopa del 2008, realizada en Austria y Suiza, torneo en el que acertó los resultados de cuatro de los seis partidos. Su pronóstico consistía en que, dentro de su pecera, se colocaban dos vasijas con comida para el pulpo; cada una correspondía a uno de los equipos que se enfrentaban. La vasija a la que Paul acudiera a comer, era considerada como la victoriosa del partido, y pronóstico final del octópodo.

"Paul" fue consultado en todos los partidos que disputó la selección de Alemania en el Campeonato del Mundo. El pulpo acertó en todos los encuentros, incluso en los que el cuadro teutón salió derrotado. Además, tampoco falló en el pronóstico de la final de Sudáfrica 2010. Indicó que España vencería a Holanda en el duelo por el título mundial. Y aquí falló.

Luego de su paso "invicto" por el Mundial, hubo interés por adquirirlo y cuidarlo de parte de empresarios españoles, en parte "agradecidos" al octópodo por su pronóstico. En Alemania, algunos hinchas querían desaparecer al pulpo, pues pronosticó la victoria de España cuando se enfrentó a los germanos. Pese a esto, los propietarios del acuario anunciaron que "Paul" ya no sería utilizado para estos fines y que volverá a sus actividades normales, como es el entretenimiento a los niños.

No era un futbolista talentoso, un goleador explosivo, un árbitro con gruesos errores, un entrenador que gustara de aparecer en las cámaras, un dirigente entrometido. No.

Era simplemente "Paul", quien siendo apenas un animalito inteligente (como todos los pulpos), se convirtió en el personaje simpático de la última Copa del Mundo.

sábado, 31 de julio de 2010

Ecos del mundial (III): El poder de Grondona y las pataletas de Maradona

Sin duda alguna, la humillante eliminación de la selección argentina (dirigida por Diego Maradona) a manos de Alemania, es uno de los hechos que mayores consecuencias iba a traer luego del Campeonato del Mundo. Pese a que en ese momento no se tomaron decisiones ni se hicieron críticas de parte de los directivos del fútbol platense, de todas maneras quedaban secuelas que iban a causar conflictos y determinaciones finales.

Tras casi un mes del humillante 0-4 que recibió Argentina en cuartos de final, Maradona fue cesado como entrenador. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) comunicó esta decisión sin hacer más comentarios. Por su parte, "Pelusa" reaccionó calificando a Julio Grondona, el mandamás de la AFA, como "mentiroso", y a Carlos Salvador Bilardo, integrante de su comando técnico y campeón mundial como DT en México '86, como "traidor".

Puede que la forma en que salió Maradona haya sido incorrecta. Él quiso quedarse con todo su comando técnico, y no le aceptaron esa condición. Maradona protestó por eso. Sin embargo, no debió salir de esa forma. Lo mejor es para él hubiera sido renunciar al cargo el 3 de julio del 2010, día de la catástrofe ante los germanos.

En ese partido Diego demostró que le falta para ser entrenador de fútbol. Ojo, en cualquier equipo que quiera dirigir, desde la selección argentina hasta el Sacachispas de la quinta división de su país. Para ser un buen DT, se necesita ser estratega. Y saber de estrategia. Maradona creyó que jugando como ante Nigeria, Corea del Sur, Grecia e incluso México, le iba a poder ganar a Alemania. Evidentemente el cuadro europeo era muy superior a todos los rivales que enfrentó previamente la albiceleste. Y lo demostró aplastando a los platenses.

Maradona también fue muy criticado por cómo alineó sus equipos en los partidos del mundial, y algunas convocatorias que realizó (e incluso por las que no realizó). Muchos observábamos que, si bien es cierto Argentina mostraba cierta contundencia en el arco rival, su defensa fue un punto muy flojo; esto no se notó por la inferioridad de sus rivales. Pero ante equipos como Alemania, se evidenciaron en gran manera.

En resumen, Maradona cuenta con todos los pergaminos como el gran futbolista que fue (el mejor de la historia), pero no tenía autoridad moral para exigir cosas luego de la debacle argentina. Y la forma en que condujo el equipo. Sin embargo, él lo tomó sin humildad y creía (y cree) que por haber sido lo que fue como jugador, nadie lo puede criticar. Y demostró que primero tiene que estudiar mucho para eso. Por último, si descubre que no tiene capacidad para ello, lo mejor es tomar distancia. Lo demás que reclama son puras pataletas.

Por otro lado, Grondona demostró que sigue siendo el todopoderoso del fútbol argentino. Muchos entrenadores han pasado, pero él sigue incólume en el trono. Eso a pesar que Argentina no gana títulos desde 1993, cuando fue campeón de América, e incluso no es campeón mundial desde 1986. Sin embargo, continúa en el poder, amparado por dirigentes de clubes que seguro algo les debe saber, y por la misma FIFA a la que le conviene que varios dirigentes sean eternos (¿no es así Burga?).

¿Alguien será capaz de destronarlo?