La victoria de Argentina sobre Nigeria por la mínima diferencia puede dar la impresión que, para quien no haya visto el partido, fue un duelo parejo. Sin embargo, hay que dejar sentado que la selección albiceleste fue superior a las "águilas verdes". Fue la que generó más peligro en la valla contraria, y de no ser por su arquero Enyeama, el marcador pudo ser más amplio.
Argentina, con su técnico Diego Maradona a la cabeza, había sido muy criticada en su desempeño como equipo. Incluso se dudó de la capacidad de Diego como entrenador. No obstante, parece que la idea futbolística de Maradona va cuajando. Messi estuvo en su nivel (sólo le faltó el gol) y Tévez anduvo enchufado. A la medida que vayan transcurriendo los partidos, estos jugadores pueden ir creciendo en su nivel, lo cual ayudará al seleccionado argentino.
El gol de Heinze a los cuatro minutos fue fundamental. Eso obligó a Argentina a jugar con cierta tranquilidad por esa permanente ventaja, y a la vez coaccionó a Nigeria a salir a buscar el partido, aunque con pocas llegadas al arco defendido por Romero. El elenco africano tuvo estas ocasiones en algunas subidas por el lado izquierdo, sector que marcaba Jonás Gutiérrez, quizá el valor más bajo del elenco platense en este encuentro.
Argentina puede respirar tranquila. Aunque fue superior a Nigeria, lo cierto es que sumó tres puntos ante un rival siempre difícil. Por el lado nigeriano, y pese a esta derrota, tiene algunos argumentos para pelear la clasificación con Corea del Sur, un equipo que se mostró sólido hoy en su triunfo ante Grecia; que por el contrario parece ser el cuadro más modesto de la serie, y tendrá que mejorar mucho si quiere pasar a los octavos de final.
El blooper del mundial. Robert Green pasará a la historia como otro más de los arqueros ingleses que ha tenido fallas garrafales. Su error le costó la victoria a Inglaterra, que hasta ese momento derrotaba uno a cero a los Estados Unidos. El jugador norteamericano Dempsey remató desde fuera del área, y parecía que era una pelota segura para Green, quien sin embargo no supo asegurarla y se le escurrió por debajo de sus brazos.
Este craso error marcó el trámite del partido. Porque Inglaterra, pese a que ganaba por un solo gol de diferencia, parecía controlar las acciones, aunque Estados Unidos (hoy de azul) se lanzó al ataque. El empate a poco del final del primer tiempo cambió el panorama. El segundo tiempo consolidó a los norteamericanos, que consiguieron su negocio.
Dato preocupante. En cinco partidos sólo se han marcado siete goles. Es una cifra demasiado baja. Está bien tener esquemas que cuiden el cero en el arco, pero quizá habría que recordar a los técnicos que para ganar, hay que marcar goles. Y si son varios, es mucho mejor.
Foto: http://www.telam.com.ar
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