jueves, 17 de junio de 2010

Del maracanazo al pretoriazo

Uruguay demostró porqué, pese a no encontrarse actualmente entre las potencias del fútbol mundial, siempre será un equipo de respeto. Aunque no gane una Copa del Mundo hace seis décadas y no haya podido revalidar esos éxitos en los últimos años. Aunque sólo haya estado presente en dos de los últimos cinco mundiales. Aunque sus equipos no ganen la Copa Libertadores por más de dos décadas y la selección no gane la Copa América desde 1995, esa misma que ganó 14 veces.

Y siempre será un seleccionado respetable pese a estas condiciones, porque aunque no tengan esa estirpe ganadora que los caracterizó por buen tiempo, sus futbolistas mantienen en su sangre eso que llaman garra, heredado de los Gradín, Nazazzi, Petrone, Castro, Ghiggia, Schiaffino, Máspoli, y otros grandes jugadores que fueron campeones con Uruguay en el pasado. Y en algunos partidos la han demostrado.

Con esa misma garra con la que se adjudicaran dos oros olímpicos en los años '20, y los mundiales de 1930 y 1950, Uruguay salió a jugar con todas sus cartas contra el dueño de casa, Sudáfrica, esta selección que prometía por su condición de local, pero que parece que ahora ni con eso le bastará.

En los cinco primeros minutos Sudáfrica encimó al otrora dos veces campeón mundial (recuérdenlo). Pero el cuadro charrúa aguantó el breve vendaval de los sudafricanos, e inmediatamente tomó el control del partido. Con un Forlán más retrasado, pero igual de peligroso; y con Suárez que hacía daño con sus desbordes por derecha; Uruguay parecía decidido a lograr otra hazaña como visitante, como aquella que lograra hace sesenta años en la cancha del Maracaná contra Brasil.

Al terminar el primer tiempo los celestes (en este partido de blanco) se fueron con ventaja de un gol, gracias a su héroe moderno, Diego Forlán. Pese a que Sudáfrica deseaba empatar, su inoperancia era mayor que sus ganas. Uruguay controlaba el partido, e generaba peligro en el área de los "Bafana Bafana". A quince del final Suárez fue derribado en el área por el portero sudafricano Khune, quien debió irse a las duchas por falta al último hombre. Forlán aumentaba la diferencia a dos. Como si fuera poco, en el último minuto Suárez (gran figura) centró al área chica para que Álvaro Pereira sentenciara el marcador.

Uruguay ganó con justicia. Con ese tres a cero está prácticamente en octavos. Y tiene argumentos para llegar más lejos. No sabemos si para repetir las hazañas de sus abuelos futbolísticos, pero con seguridad cuenta con solidez en sus líneas y gran peligrosidad en su ataque para hacer daño a cualquier selección, como se lo hizo al dueño de casa, que está casi fuera del torneo.

España, lo mismo de siempre. La selección ibérica perdió en el debut ante una ordenada Suiza y volvió a sembrar los temores de siempre. En las últimas copas del Mundo, España siempre llegó como candidata. Y en esta edición, más que otras veces. Su éxito en la Euro 2008 y el contar con quizás la mejor selección de su historia, reforzaba esa condición. Pero Suiza, una selección con la que nunca perdió en toda su historia, supo controlar el ataque español y golpeó primero. De allí en adelante, "la furia" buscó el empate durante todo el partido, pero nunca lo consiguió. Ahora debe ganar a Chile y Honduras si no quiere quedarse en la previa como en 1998.

Chile hace historia. Tras doce años de ausencia, "la roja" retornaba a la Copa del Mundo. Y lo hacía ante otra selección que volvía: Honduras, que se hacía presente luego de 28 calendarios. Los trasandinos se impusieron a los centroamericanos por uno a cero, y lograron ganar un partido mundialista luego de 48 años, siendo su última victoria la conseguida ante Yugoslavia por el mismo marcador, en el mundial que organizaron en 1962. Además, es su primer triunfo fuera de sus tierras tras seis décadas.

Durante todo el partido, Chile fue inmensamente superior a su rival, tanto por jerarquía de sus futbolistas como por el planteo de su técnico, el argentino Marcelo Bielsa. El uno a cero en favor de los chilenos es muy distante de lo que se vio en el terreno de juego. Las ocasiones erradas podrían costarle a Chile, en caso la clasificación se defina por diferencia de goles. Por ello deberá afinar la puntería ante suizos y españoles.

Foto: http://www.losandes.com.ar

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