Cuando empezó el Campeonato del Mundo, muchos pensamos que esta competencia iba a ser recordada por el protagonismo de los seleccionados africanos. En primer lugar, por su crecimiento en los torneos internacionales, tanto en los juveniles como los olímpicos, donde incluso han ganado campeonatos. Porque tienen jugadores destacados en las mejores ligas del mundo. Y sobretodo, porque el torneo se disputa en "su" continente".
Sin embargo, en el mundial del que más se esperaba más de ellos, ha sido el más decepcionante en muchos años. Primero tenemos a la selección de Sudáfrica, que se ha convertido en la primera dueña de casa que no pasa la primera fase. Su debut tímido, con empate ante México y su derrota por goleada ante un Uruguay con oficio le pasaron la factura. Ni siquiera su victoria sobre una decepcionante Francia les ayudó. Sólo les queda el consuelo de ver a los mejores equipos del mundo en sus canchas, por quince días más.
Nigeria ya no es la de los años '90, cuando hacía partidos increíbles e incluso ganaba títulos increíbles, como el Oro olímpico en Atlanta '96, dejando atrás nada menos que a Brasil y Argentina. Bien justificado su último lugar en el grupo B, con sólo un punto. Pero la mayor decepción es Camerún, que contaba con el multicampeón Eto'o, y jugadores experimentados como Geremi, Webo y Rigobert Song. Ha cerrado la peor campaña de su historia: tres jugados, tres perdidos.
De Argelia no se esperaba mucho. Para los muchachos del África árabe, ya era un completo éxito estar presentes en la Copa del Mundo luego de 24 años, y se van mucho más contentos por haber conseguido un heroico empate ante Inglaterra, que fue lo único que lograron. Costa del Marfil goleó en su último partido, pero no le alcanzó gracias a la complicidad mutua de brasileros y portugueses. Además, su máxima estrella del Chelsea inglés, Didier Drogba, no llegó en las mejores condiciones producto de una lesión inesperada.
Sólo queda Ghana, que mostró ser la selección más compacta y madura del Continente Negro, y que ha logrado su pase a octavos de final con justicia. Su rival será Estados Unidos, al que ya venció en el mundial anterior. Veremos si repite el éxito e iguala lo logrado por Camerún en 1990: llegar a cuartos de final.
El otro lado de la moneda es Sudamérica. Sus cinco selecciones han obtenido el pasaporte a los octavos de final. Como siempre, Brasil y Argentina se han mostrado como las fuertes, y son candidatas a lograr el título e incluso encontrarse en la final. Para ello, deberán vencer a dos rivales, curiosamente, latinoamericanos: Chile y México, respectivamente. Los primeros han dejado una grata impresión por su juego que busca el arco rival, aunque les falta un Zamorano o un Salas. Los mexicanos sólo dejaron a la vista su gran triunfo ante los desorientados franceses, y su timidez ante los uruguayos.
Por cierto, Uruguay es una selección que ha sorprendido. Sin mucho cartel y con bastante humildad, han consolidado un equipo sólido en defensa y con un ataque explosivo, que ha logrado la hazaña de ganar su grupo luego de 56 años. Parece tener las condiciones de avanzar hacia las instancias finales del torneo, como lo hicieran sus equipos de antaño, esos que ganaron dos olímpicos y dos mundiales. Paraguay comenzó bien con su buen empate ante Italia y su victoria sobre Eslovaquia, mas la deslucida igualdad ante Nueva Zelanda (aunque eliminada, terminó invicta y digna) ha dejado dudas pese a terminar primera en su grupo.
No debemos olvidar a Asia, que por pirmera vez envía dos selecciones a octavos. Corea del Sur tenía que pasar de ronda. Una selección con siete participaciones consecutivas debía lograrlo. Pero lo más sorprendente es lo de Japón. No sólo mostró solidez defensiva ante los cameruneses, a los que vencieron; sino que demostraron contundencia y efectividad ante una deslucida Dinamarca. La experiencia que van adquiriendo, producto de sus constantes participaciones y la excelente organización de su fútbol, generan que los "grandes" de Asia puedan dar estos pasos de gigante en la Copa del Mundo.
Finalmente, Corea del Norte pagó caro su inexperiencia en la competición, aunque el hecho de volver al mundial luego de 44 años es algo histórico. Mientras que Estados Unidos se va consolidando en el ambiente futbolístico internacional. Ya destacan más que México. Cuidado que se van acercando al nivel de los protagonistas.
Foto: http://euronews.net
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